Desde la década de 1990, la isla pasó de ser una autocracia a una democracia vibrante, y ha emergido una identidad taiwanesa particular
China afirmó que tendrá cero tolerancia con las “actividades separatistas” en Taiwán, e insistió en que retomará la isla por la fuerza si fuera necesario, según un libro blanco divulgado el miércoles.
“La Cuestión de Taiwan y la Reunificación de China en la Nueva Era”, el libro blanco publicado por la Oficina de Asuntos de Taiwan del Consejo de Estado chino, define cómo Beijing pretende tomar la isla mediante incentivos económicos y presión militar.
“Estamos listos para crear un vasto espacio para la reunificación pacífica, pero no dejaremos lugar para actividades separatistas de ninguna forma”, señala el libro blanco
La advertencia se dio luego de varios días de maniobras militares chinas alrededor de Taiwán, realizadas en respuesta a la visita a Taipéi de la presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
La legisladora se convirtió la semana pasada en la más alta autoridad estadounidense en visitar Taiwán en décadas, pese a la amenaza de represalias de China, que busca mantener a Taipéi aislada del escenario mundial.
“Trabajaremos con la mayor sinceridad y haremos todo lo posible para lograr la reunificación pacífica. Pero no renunciaremos al uso de la fuerza y nos reservamos la opción de tomar todas las medidas necesarias”, destaca el documento.
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“Esto es para protegernos contra la injerencia externa y todas las actividades separatistas. De ninguna manera tiene como objetivo a nuestros compatriotas chinos en Taiwan. El uso de la fuerza será el último recurso tomado en circunstancias apremiantes”, agrega.
La última vez que China promulgó un libro blanco sobre Taiwán fue en 2000. El nuevo documento fue publicado el mismo día que un alto dirigente de la oposicion taiwanesa viajó a China para reunirse con empresarios taiwaneses, pese a que Taipéi le había pedido cancelar el viaje.
Andrew Hsia, vicepresidente del partido Kuomingtan, de tendencia pro Pekín, realizó la visita a título personal y no estuvo en la capital. Pero la presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen lo criticó duramente por cruzar el Estrecho de Taiwán en momentos que China realiza las maniobras alrededor de la isla.
Desde la década de 1990, la isla pasó de ser una autocracia a una democracia vibrante, y ha emergido una identidad taiwanesa particular.
Las relaciones entre las dos partes se han deteriorado desde 2016, cuando llegó al poder la actual presidenta Tsai, cuyo Partido Progresista Democrático no considera a Taiwán como parte de China. Su plataforma calza con la definición de lo que China califica como separatismo taiwanés.
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CAB