El documental Chavela Vargas acerca al público a la cantante de una forma muy emotiva, con un dejo de nostalgia, pero a la vez descubre el machismo tan decadente de la época
Si hay algo que define la vida y carrera de Chavela Vargas es el machismo, pero el machismo más exacerbado en un México de mediados del siglo XX, en una sociedad emanada de una caótica revolución que acababa de ser institucionalizada, en plena efervescencia política y cultural. La sociedad de aquellos años comenzaba a entrar a la modernidad y sus ciudades más grandes se convirtieron en ciudades cosmopolitas que poco a poco dejaban lo rural para convertirse más en un país urbanizado.
Culturalmente el cine, la música y el teatro aún conservaban una carga casi totalmente rural, la música ranchera era la más popular y las películas mexicanas aún tenían como escenario el campo y los temas agrarios, con personajes rancheros, de vida simple y con un gran peso machista. Los personajes favoritos del cine eran básicamente machos que podían tener a cuanta mujer pudieran conquistar. La ingestión alcohólica era parte de su machismo y sobre toda la cantadera era clave esencial para tener un personaje ideal para el cine y la industria discográfica.
En ese complejo escenario llega a México Chavela Vargas procedente de su natal Costa Rica. Una chamaca proveniente de un país influenciado culturalmente por el México de aquellos años, así que Chavela conoce casi a la perfección la cultura mexicana. Pero no llega sola, trae consigo una gran fuerza, juventud y sobre todo, ha roto con la carga moral de su homosexualidad, ella sabe que ama a las mujeres, que ama la música y que representará, a su forma, la fuerza femenina que simplemente no tenía representación tan fuerte en el ámbito musical.
En el cine, María Félix se destacaba por su gran belleza y “hombría” como se le denominaba en aquellos años a las mujeres de carácter fuerte, sin entender la gran diversidad de formas y carácteres que tiene el género femenino. Sin embargo, mujeres como la Félix, que también se les denominaba “machorras”, no perdían su carácter femenino y entraban en la categoría de Femme Fatale, mujeres rudas, de carácter fuerte y conquistadoras de hombres, no de su propio género. Es ahí donde Chavela tiene una gran diferencia y también un gran peso moral que por muchos años le provocó serios pesares y problemas para continuar con su espléndida carrera.
La mayoría de la música vernácula y ranchera era escrita e interpretada por hombres, canciones que hablaban de dolencias, malos amores, frustraciones amorosas o enaltecimiento femenino y por el otro lado, las interpretes mexicanas le cantaban al amor, a su tierra, al desamor o simplemente cantaban canciones de hombres dedicadas a mujeres, pero cambiándole la dedicación. La fuerza de cantantes como Lucha Reyes, Lola Beltrán y Lucha Villa entre otras, representaban a la mujer que no aceptaba ser sumisa, pero que en el papel real, aceptaban ser mujeres regias y apasionadas, pero sin abandonar su rol femenino y fomentar, en cierta forma, el machismo y el dominio masculino en casi toda la cultura popular. Es nuevamente Chavela la que rompe con todos estos paradigmas, clichés y sobre todo del rol femenino en la música ranchera. Chavela simplemente se definía como una mujer que amaba a las mujeres, decide no usar falda, amarrarse su bello y negro cabello y cantarle a las mujeres con su singular voz. Su voz única, melodiosa, regia y rasposa que la destaca desde el comienzo. Chavela simplemente interpreta y carga con el machismo de esos años y se mimetiza con ellos. Esto no quiere decir que la sociedad la aceptara plenamente, ni el gremio, ni los empresarios, ni las disqueras, ya que al final su carga era doble, ser lesbiana y representarlo sin miedo le cerró muchas puertas, provocándole pesares y problemas económicos fuertes. Sin embargo, su gran carisma también la acercó a grandes personalidades de la época, siendo la gran comadre de José Alfredo Jiménez, amante de grandes mujeres como Frida Kahlo o actrices hollywodenses como Ava Gardner. Su ámbito emocional también tuvo una gran repercusión en su manera de interpretar las canciones. Su carácter enamoradizo la metió en un sinfín de pleitos ya que muchas veces enamoró a mujeres que tenían por pareja a hombres poderosos que simplemente trataron de acabar con su carrera.
Un factor preponderante y que también la marcó para casi toda la vida fue el alcoholismo. Su afición al tequila la definió y definía también a la música ranchera como una parte indispensable de la idiosincracia mexicana, perderse en el alcohol por los desamores y las canciones de José Alfredo y ahora Chavela, son lo que hasta ahora definen a este género musical.
El documental Chavela Vargas acerca al público a todos estos aspectos de una forma muy emotiva, con un dejo de nostalgia, pero a la vez descubre el machismo tan decadente de la época; el alcoholismo que dejó a Chavela casi en la ruina y en el olvido, pero también nos descubre la fuerza de una mujer que no sólo fue una gran intérprete, sino un símbolo de la fuerza femenina, de la representación que tiene cada ser humano en escoger su propia sexualidad; la dignificación del género femenino, quitándole la sumisión y lo que denominamos delicadeza femenina a las mujeres.
Sin embargo, y haciendo hincapié en esta parte, Chavela también fue víctima y victimaria del machismo, ya que también sometió a varias de sus parejas y las hizo sufrir por su dependencia al alcohol y sus formas machistas de tratarlas. A pesar de esto, Chavela no deja de representar la dignificación femenina, sobre todo en sus últimos años donde muchas organizaciones sociales con cargas sexualistas como las asociaciones LGBT se acercaron a ella para hacerla representante de sus causas, no sólo en México, sino en España, país que la acogió con todo el corazón y le ayudó a volver a ser la gran Chavela Vargas que representaba a la música vernácula.
Por el documental atraviesan un sinfin de personajes y personalidades que la conocieron y fueron parte esencial en su vida, desde el ícono de la música ranchera José Alfredo Jiménez, pasando por Frida Kahlo, la cantante Eugenia León, la actriz y activista Jesusa Rodríguez, el director de cine español Pedro Almodóvar, el cantante pop español Miguel Bosé entre varios más. Un documental que atraviesa por la vida de una gran mujer que se autodefinió como amante de las mujeres, con pasajes de sus grandes éxitos, sus coqueteos con el cine tanto mexicano como hollywoodense, sus pesares, abandonos, desaires, pleitos, amores, desamores, pasiones, pero sobre todo, su gran forma de interpretar la música ranchera, su desgarradora voz y apasionada interpretación, simplemente le dan un lugar único y especial en la música representativa de nuestro país, y aunque también fue duramente criticada y cuestionada por no haber nacido en México, terminaremos con la frase que define a la gran Chavela Vargas “un mexicano nace donde se le pega su rechingada gana”.
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Documental, titulo original: Chavela (2017) dirigida por Catherin Gund y Daresha Kyi. Obtuvo el Premio del Público en el festival de cine de Berlín. Distribuida por CANÍBAL, se estrenará en la ciudad de México el jueves 2 de agosto y estará por varios cines comerciales y circuitos nacionales como la Cineteca Nacional.
Por: JuanMac
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