La obra de Chabuca Granda fue declarada Patrimonio Cultural por el gobierno de Perú en 2017 debido a su “gran valor simbólico”
Chabuca Granda compuso temas como “La flor de la canela”, “Fina estampa”, “José Antonio” o “El Puente de los suspiros”, que han sido grabados por Caetano Veloso, Julio Iglesias, Plácido Domingo, Joaquín Sabina, Celia Cruz, Jorge Drexler, Juan Gabriel, Raphael, Rocío Jurado, Lola Flores, María Dolores Pradera y Bola de Nieve, entre muchos otros.
De nombre real María Isabel Granda y Larco, esta cantante y compositora nació el 3 de septiembre de 1920 en un asentamiento minero de cobre, cerca de la provincia de Abancay, en el sureste del Perú y creció en la capital Lima.
A los doce años descubrió su vocación musical y en 1937 formó un dúo llamado Luz y Sombra junto a su amiga Pilar Chamaca Mújica, el cual cantó en diversas emisoras de la época, hasta que en 1940 formó un trío con Martha y Charo Gibson para interpretar canciones mexicanas que estaban de moda.
Incursionó en la composición de valses criollos, ganando en 1948 un concurso organizado por la Municipalidad del Rímac, con el tema «Lima de veras» y en 1950 dio a conocer dos nuevos valses, «Zaguán» y «Callecita escendida».
Este primer período de su producción creativa es netamente evocativo y pintoresco; “Chabuca” —este es el nombre con el que se hizo llamar— le cantaba a la Lima antigua, señorial, de comienzos del siglo XX, la ciudad que conoció a través de su padre, la del barrio de Barranco, de grandes casonas afrancesadas, con inmensos portales y jardines de invierno.
Aquejada por una enfermedad a la garganta, viajó a Alemania en 1956 y a los Estados Unidos, en 1958 para someterse a una operación en la garganta que le dejó como secuela la voz grave que junto con su peculiar estilo conversado, le dieron su sello inconfundible.
La obra de Chabuca Granda fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura de Perú en 2017 debido a su “gran valor simbólico dentro del imaginario nacional, cuyo aporte de la música criolla abrió nuevas sendas en la música popular peruana”.
Con sus temas, rompió la estructura rítmica convencional del vals peruano, y sus melodías, de tesitura muy amplia, alternaron el nuevo lenguaje que propuso con el de los antiguos valses de salón.
“La Flor de la Canela” la proyectó a nivel mundial, convirtiéndose en su máxima obra e himno representativo de la música de su país, teniendo su origen en el año 1948 como un homenaje a Victoria Angulo, mujer de raza negra vecina del Rímac a la que Chabuca Grande conociera en casa de la escritora María Isabel Sánchez-Concha de Pinilla y que estrenara el 21 de julio de 1950, día de su cumpleaños. .
Su producción también revela una estrecha relación entre letra y melodía, que fue variando con el tiempo hacia una tendencia poética cada vez más sintética.
Además, también quebrantó las estructuras de la poesía convencional, y el ritmo de las canciones seguirá los pasos de esa evasión de las rimas, consonancias y métricas dadas.
Contenido relacionado
El último concierto de la legendaria banda «The Beatles»