La Guardia Civil ha confirmado que el incendio fue provocado por el colapso de la batería del dispositivo, que se encontraba sobre un sofá en la planta baja de la casa.
Un trágico accidente tuvo lugar el pasado domingo en Guillena, Sevilla, cuando un teléfono móvil en carga explotó, desencadenando un incendio que cobró la vida de cuatro integrantes de una familia.
La Guardia Civil ha confirmado que el incendio fue causado por el colapso de la batería del dispositivo, que se encontraba sobre un sofá en la planta baja de la casa. El fuego se extendió rápidamente por las dos plantas del inmueble, sin permitir que los ocupantes pudieran escapar.
En un principio, se creyó que la explosión de la batería de un patín eléctrico había causado el incendio. Sin embargo, tras una investigación más exhaustiva, se ha confirmado que un teléfono móvil fue el responsable.
Según las autoridades, tres factores agravaron la situación del incendio: el colapso de la batería, la ubicación en la planta baja, que facilitó la subida del humo y las llamas, y el hecho de que el dispositivo estaba sobre un sofá, que actuó como un foco de propagación del fuego.
El sargento Manuel Blanco, del equipo de Bomberos de la Diputación de Sevilla, explicó que la combustión fue provocada por la batería de litio del teléfono, un componente común en la mayoría de los dispositivos electrónicos actuales. Estas baterías funcionan convirtiendo energía química en energía eléctrica, y aunque suelen ser seguras, pueden volverse peligrosas en caso de fallas.
Blanco enfatizó la importancia de seguir las recomendaciones del fabricante sobre el tiempo de carga, advirtiendo que dejar el móvil cargando toda la noche puede ser arriesgado.
Las baterías de litio son sensibles al calor y pueden experimentar una reacción química descontrolada si se sobrecalientan o se dañan, lo que puede resultar en explosiones o incendios. Aunque estos incidentes no son frecuentes, es crucial estar atentos a signos de mal funcionamiento, como sobrecalentamiento o hinchazón de la batería.
Este incendio se clasifica como uno de los más graves ocurridos en España en 2024, solo superado por el que dejó diez muertos y una docena de heridos en Valencia en febrero. En la provincia de Sevilla, este evento está entre los más mortales de las últimas dos décadas. El caso más trágico se registró en 2008 en Écija, donde seis personas, incluido un matrimonio y sus tres hijos, perdieron la vida en un incendio similar.
El trágico incidente en Guillena resalta la importancia de tomar precauciones al usar dispositivos electrónicos y baterías de litio. Las autoridades recomiendan no cargar los móviles durante la noche ni dejarlos sobre superficies inflamables como sofás o camas.