Siempre tuerce los principios el que oscurece la verdad, para ocultar sus faltas en las tinieblas. Benito Juárez
En una época en que la política mexicana está atravesando una serie de cambios significativos, es importante destacar las voces que se alzan en defensa de la transparencia, la eficiencia y la verdadera representación democrática. Carlos Mora Álvarez, empresario, autor y político bajacaliforniano, ha decidido no participar en el proceso de selección para algún puesto de elección popular.
Su razón es clara y contundente: no coincide con el método de selección de candidatos que se basa en una tómbola. Aunque este procedimiento pretende ser una forma de transparentar la designación en realidad genera dudas, suspicacias y minimiza el verdadero espíritu de la democracia.
México, como un país que busca avanzar en la senda del bienestar, merece contar con los mejores ciudadanos para ocupar los cargos de representación popular. La política no debe ser una lotería, ni un juego donde las decisiones que marcan a la nación se tomen al azar. El destino de un país no puede depender de la suerte.
Con poca fortuna en los últimos tiempos, hemos sido testigos de cómo las cuotas populistas y procesos internos han llevado a que tanto la Cámara baja como la alta se llenen de figuras cuestionables que, tristemente no están a la altura de las responsabilidades que implica representar a nuestros connacionales. México debe tener limpias sus representaciones donde no existan irresponsables. La elección de líderes y representantes debe basarse en méritos, capacidades y un compromiso genuino con el servicio público, no en la casualidad de una tómbola.
El empresario argumenta que este tipo de procesos pueden generar suspicacias y debilita la credibilidad del movimiento que cambió el rostro de la democracia en nuestra gran Nación. Girar la tómbola no contribuirá a fortalecer la confianza en la política y en el sistema electoral. Más bien, puede observarse como un intento de cubrir espacios que, de otra manera sin las capacidades necesarias serían difíciles de obtener.
A lo largo de más de 40 años de servicio ininterrumpido, Mora Álvarez ha trabajado y lo seguirá haciendo incansablemente en beneficio de su tierra sin ocupar un cargo político. Este compromiso con la sociedad es loable y ejemplar. Él ha decidido seguir contribuyendo en estas causas, sin recurrir a un proceso. El también escritor se siente profundamente comprometido con el presidente Andrés Manuel López Obrador a quien a apoyado siempre porque lo considera como un extraordinario mandatario, coherente con sus ideales, y de honestidad transparente
En un momento en el que la política mexicana se encuentra en un proceso de transformación, es importante escuchar las voces como la de Carlos Mora Álvarez, que abogan por una democracia basada en el mérito y sobre todo en la responsabilidad.
“Siempre he servido a mi país y particularmente a mi estado , sin importar la trinchera, hoy he decidido enfatizar mi interés genuino de no necesitar un encargo de elección popular y hacerme cargo de mi bendita tierra, con una visión profundamente optimista por su espléndido futuro, esa es mi misión. Soy un hombre muy serio y como tal procedo, sinceramente feliz”, comento Mora Álvarez.
Redacción