Puigdemont afirmó que no tiene nada contra España, pero apuntó que la relación es “insostenible”, después de años de lo que consideró agravios por parte de las autoridades españolas.
En un giro inesperado, el presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, declaró hoy la independencia de esta región española, aunque suspendió sus efectos para abrir un proceso de diálogo.
Propuso dejar en suspenso la declaración de independencia durante varias semanas para iniciar un diálogo y emplazó al Gobierno español a aceptar una mediación.
“Somos gente normal que pide poder votar”, añadió. “No tenemos nada contra España y los españoles, nos queremos reentender mejor, porque hoy desde hace ya muchos años la relación ya no funciona… hay democracia más allá de la Constitución… Cataluña se ha ganado el derecho a ser un estado independiente”.
“Asumo el mandato del pueblo para que Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de república”, aseguró.
Según el líder catalán, su Ejecutivo celebrará una sesión ordinaria para declarar la independencia e iniciar un proceso constituyente.
Afirmó en español que no tiene nada contra España, pero apuntó que la relación es “insostenible”, después de años de lo que consideró agravios por parte de las autoridades españolas.
Entre los agravios mencionó lo que considera “menosprecio” a la lengua y la cultura catalanas, la falta de inversiones y la decisión del Tribunal Constitucional en 2010 de recortar el Estatut (norma básica en Cataluña) que había sido aprobado en consulta popular unos años antes.
Contenido relacionado
Rajoy exige suprimir declaración de independencia de Cataluña