El contingente integrado salió de Tapachula al medio día; durante la tarde pasó el primer filtro migratorio, donde se enfrentaron a agentes del INM y la GN
Un millar de migrantes originarios de Haití, todos con solicitud de asilo en trámite, emprendieron una caravana que este sábado salió de la ciudad de Tapachula, Chiapas. La mayoría busca llegar a ciudades de México para obtener fuentes de empleo; otros buscan asentarse en Estados Unidos.
El grupo de aproximadamente 500 personas incluía familias con niños pequeños de Haití, Cuba, Centroamérica y Colombia.
Tomaron la decisión de salir de la ciudad luego de que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) no ha dado respuesta a sus solicitudes de refugio, un proceso que debería completarse en tres meses, y ahora tarda más de un año.
Los migrantes aseguran que su objetivo no es llegar a Estados Unidos, sino buscar alguna ciudad donde puedan tener medios de subsistencia.
Durante la semana que transcurrió, los migrantes realizaron protestas afuera de las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la COMAR, para pedir la agilización de sus trámites de refugio.
De acuerdo con la normatividad del gobierno mexicano, en tanto la COMAR no de un dictamen sobre las solicitudes, las personas migrantes no pueden salir de la ciudad donde iniciaron el trámite, en este caso, la ciudad de Tapachula.
En Tapachula se encuentran actualmente más de 5 mil migrantes de Haití, y unos 3 mil de Centroamérica y Cuba, que esperan los dictámenes de la COMAR.
Para sobrevivir, algunas personas migrantes de Haití se ocupan en el comercio informal, una actividad con la que logran obtener apenas unos 150 pesos diarios.
Ante este escenario, al amanecer de este sábado migrantes salieron de la ciudad en caravana; se les unieron migrantes de Centroamérica y algunos cubanos.
Luego de avanzar unos 30 kilómetros, a la altura del municipio llamado Huehuetán, agentes de la Guardia Nacional (GN), del ejército mexicano, y del INM colocaron un cerco para impedir avanzar.
En este operativo, interceptaron a unos 300 de ellos, y mediante el uso de la fuerza, los obligaron a subir autobuses para trasladarlos a la estación migratoria Siglo XXI.
Otros migrantes lograron abrirse paso y avanzar hasta la ciudad de Huixtla, donde pernoctan; varios resultaron heridos durante el operativo de contención.
El Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos del Sureste Mexicano (COMDHSM) denunció que hay dilación en los procesos administrativos para presentar una solicitud de refugio ante la COMAR, pues las citas disponibles se están otorgando hasta enero de 2022.
Aunado a ello, en semanas recientes autoridades han detenido y deportado a personas que cuentan con documentos que respaldan su estancia regular en México.
Sobre el operativo de contención de la caravana, denunciaron que hubo un despliegue excesivo e injustificado de fuerzas de seguridad, con aproximadamente 50 vehículos entre volantas y autobuses del INM, camiones y camionetas de la GN y del ejército.
COMDHSM reporta que “Las personas fueron agredidas, sometidas, golpeadas con escudos y toletes; se identificó portación de armas largas por parte de elementos del ejército, elementos del INM vestidos de civil incitando a la agresión, así como otros agentes de seguridad sin identificar, vestidos civil y portando armas de fuego”.