Ante el clima de incertidumbre que generado en Buenos Aires, las autoridades trabajan en la modificación del protocolo que se activa para el caso de las amenazas recibidas en el 911
Después de la sucesión de amenazas de bomba que ha trastocado la vida de miles de habitantes de Buenos Aires, el gobierno de Mauricio Macri anunció un nuevo protocolo para minimizar el perjuicio de estos episodios, con falsos reportes de posibles amenazas en dependencias oficiales, medios de comunicación, estaciones de tren y hospitales, y que según las autoridades no responden a un único autor.
El Hospital Donación Francisco Santojanni de la capital argentina fue el último lugar público que tuvo que ser desalojado por fuerzas de seguridad luego de que el martes recibió la llamada telefónica de un desconocido advirtiendo sobre la presencia en el lugar de cinco artefactos explosivos inexistentes. Uno de los edificios del canal de televisión Telefé también recibió el mismo tipo de advertencia falsa que obligó a sus empleados a abandonarlo.
Horas antes, la estación de trenes de Constitución, una de las más importantes de la ciudad, fue objeto de una amenaza de bomba falsa del mismo tenor de las que viene sufriendo periódicamente en las últimas semanas.
Patricia Bullrich, ministra argentina de Seguridad, dijo a emisoras radiales que por lo que se ha investigado hasta el momento “no existe una organización detrás (de las llamadas) para perjudicar al gobierno” ni “un hilo conductor” entre las mismas.
Pero ante “el clima de incertidumbre” que generan estos hechos, Bullrich anunció que las autoridades trabajan en la modificación del protocolo que se activa para el caso de las amenazas recibidas en el número de emergencia 911. “Hay lugares donde los protocolos se realizan sin que se vacíe el edificio, lo que queremos es minimizar el efecto de este tipo de amenaza… son muchos los problemas que trae”, indicó.
También afirmó que se reforzará la persecución penal a los autores de estos hechos.
Previamente Bullrich mostró en su cuenta de Twitter imágenes de la detención “del autor de las amenazas de bomba en el ferrocarril Sarmiento” que une la capital con la provincia de Buenos Aires, quien llamó más de nueve veces para alertar sobre la existencia de explosivos. “Ningún acto de este tipo va a quedar impune”, agregó.
Diego Santilli, vicejefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, dio a entender que los autores buscan generar incertidumbre, tal como ha ocurrido en otras ocasiones. “En lugar de las manifestaciones y marchas ésta es la modalidad para sembrar pánico”, sostuvo. Argentina celebrará elecciones generales en octubre.
El lunes las dos principales estaciones ferroviarias de la ciudad tuvieron que ser desalojadas a raíz de amenazas de bomba que fueron recibidas a través del 911. Decenas de miles de personas resultaron afectadas por la suspensión del servicio de trenes cuando regresaban a sus casas al término de la jornada laboral.
La brigada de explosivos de la Policía Federal debió revisar con anterioridad las instalaciones de la casa de gobierno y un edificio anexo a la sede del Congreso por la misma razón, mientras agentes de seguridad detuvieron a un hombre aparentemente desequilibrado que intentó ingresar a la casa de gobierno argentina un arma de fuego que trasladaba en un maletín. El revólver no estaba cargado.
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