Existen numerosos estudios que relacionan la obesidad con la falta de sueño, pero no se había estudiado el impacto del sueño irregular
La importancia de un sueño reparador es algo que a menudo se aborda en estudios médicos, el dormir pocas horas tiene efectos nocivos para la salud, se creía que el dormir mínimo siete horas diarias era suficiente para asegurar una buen salud, sin embargo, un nuevo estudio demuestra que no tener una rutina establecida para dormir aumenta el riesgo de enfermedad metabólica.
De hecho, por cada hora de variabilidad entre el momento de acostarse y el tiempo de dormir, una persona puede tener hasta un 27% más de probabilidades de experimentar obesidad, hipercolesterolemia, hipertensión, hiperglucemia y otros trastornos metabólicos.
Así lo confirmó un estudio, desarrollado por el Instituto estadounidense del Corazón, Pulmón y Sangre (Nihlb), que se publicó el 5 de junio en Diabetes Care.
“Muchos trabajos anteriores han demostrado la relación entre el sueño insuficiente y el mayor riesgo de obesidad, diabetes y otros trastornos metabólicos, pero no sabíamos mucho sobre el impacto del sueño irregular: cómo influye una gran variabilidad en la duración y el tiempo dormido día a día. Nuestra investigación muestra que, incluso después de considerar la cantidad de sueño que una persona duerme y junto a otros factores del estilo de vida, cada hora de diferencia de una noche a otra, o entre el tiempo que se duerme multiplica el efecto metabólico adverso “, afirmó Tianyi Huang, epidemiólogo del Hospital Brigham and Women’s en Boston.
Para realizar el Estudio Multiétnico de Aterosclerosis (MESA) financiado por el NHLBI, los investigadores siguieron a 2003 personas (hombres y mujeres) con edades entre los 45 a 84 años.
Durante seis años se les siguió para descubrir las asociaciones entre la regularidad del sueño y las anomalías metabólicas.
Los participantes usaron relojes de pulsera medidores de actividad para seguir de cerca los horarios de sueño durante siete días consecutivos y mantuvieron un diario de sueño y respondieron a cuestionarios estándar sobre sus hábitos de dormir y otros factores relacionados con el estilo de vida y la salud, lo anterior con el fin de garantizar la medición objetiva de la duración y calidad del sueño.
Los participantes completaron el seguimiento entre 2010 y 2013 y fueron seguidos hasta 2016 y 2017.
Las personas que tuvieron más variaciones a la hora de acostarse y en el tiempo dormido presentaron una mayor prevalencia de problemas metabólicos, y estas asociaciones persistieron tras ajustar la duración promedio del sueño.
Los resultados prospectivos mostraron que las variaciones en la duración del sueño y la hora de acostarse precedieron al desarrollo de la disfunción metabólica. Según los autores, esto aporta pruebas que apoyan un vínculo causal entre el sueño irregular y la disfunción metabólica.
“Nuestros resultados sugieren que mantener un horario regular de sueño tiene efectos metabólicos beneficiosos”, aseguró Susan Redline, autora principal del estudio, y especialista de la División de Trastornos del Sueño y Circadianos en el Hospital Brigham and Women’s.
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