Originaria de Guatemala, Nury Chavarria se refugió en una iglesia de Connecticut, luego de que las autoridades federales ordenaron que fuera deportada a su país en cumplimiento de las duras medidas del presidente Donald Trump.
Chavarria llegó a Estados Unidos en 1993 buscando asilo para escapar de los conflictos políticos y la violencia en su país. Tenía la orden de tomar un avión rumbo a Guatemala este jueves.
Sin embargo, ella no tomó el avión, y en lugar de eso, la guatemalteca que trabaja como empleada doméstica, buscó refugio en la Iglesia De Dios Pentecostal en New Haven, Connecticut.
La mujer de 43 años junto con cuatro hijos, de entre nueve y 21 años, que nacieron en Estados Unidos, y cuentan con la nacionalidad estadounidense, permanecen en esta iglesia.
El gobernador de Connecticut, Dannel Malloy, expresó su apoyo a la mujer y se reunió con ella dentro de la iglesia el jueves por la noche. Dijo a periodistas que no tenía capacidad de hacer mucho por ella, dado su estatus migratorio irregular.
El viernes, Malloy escribió en un tuit “#NuryChavarria es una madre y no tiene antecedentes criminales. Es bienvenida en nuestro estado”. Los agentes federales de inmigración en general han respetado la tradición de no cruzar el umbral de los lugares de culto para hacer arrestos.