Aunque aún está en periodo de prueba, ya tuvo éxito en peces, y su uso en humanos podría frenar una pandemia mundial
Antibióticos, aquel descubrimiento hecho de casualidad que ha salvado millones de vida, con el tiempo se desarrollaron muchos, algunos de ellos de amplio espectro capaz de aniquilar cualquier bacteria, incluidas aquellas que son benéficas y necesarias para el organismo humano.
Existen muchísimos tipos de bacterias, algunas capaces de desarrollar enfermedades mortales, cuando alguna entra en el cuerpo la única forma de eliminarla es mediante el suministro de antibióticos.
Las primeras horas de que una infección se manifiesta son vitales para combatirlas, lamentablemente en la práctica médica habitual la premura no permite realizar análisis para conocer que tipo de microorganismo es el que causa la afección, recetando antibióticos para infecciones tanto virales como bacteriana.
Esto, aunado a que mucha gente no completa el esquema de tratamiento ha ocasionado que las bacterias se hagan resistentes a muchos antibióticos. También hay que decir que la acción de estos medicamentos es limpiar al cuerpo de todos los microorganismos que lo habitan , entre ellos se van aquellos que son benignos para las personas, proceso que induce a la aparición de las temibles bacterias multi-resistentes.
Lo anterior constituye un problema de salud que podría convertirse en una amenaza mundial, por lo que los científicos trabajan arduamente buscando soluciones.
Ahora, un grupo de científicos ha logrado diseñar un nuevo tipo de antibióticos programables y hechos a medida para atacar solo las bacterias malas.
Estos antibióticos, una “bomba genética programable”, según sus responsables, evitan además la aparición de resistencias, un problema mundial que causará en 2050 unos 10 millones de muertes anuales, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La descripción de este fármaco, probado en modelos de animal, se publica en la revista Nature Biotechnology, en un artículo que firman investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y del Instituto Pasteur de París.
“Esta investigación abre una nueva línea de diseño y desarrollo de antibióticos a medida, es decir, selectivos para atacar solo a las bacterias malas y programables porque se pueden diseñar para atacar a un tipo de bacteria u otro diferente”, informó Alfonso Rodríguez-Patón, profesor del departamento de Inteligencia Artificial de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Informáticos de la UPM.
De la misma forma que se están desarrollando probióticos -son bacterias- para regular las bacterias de la microbiota intestinal, “nosotros hemos diseñado ‘bacterias centinelas’ programables capaces de detectar y matar solo a las bacterias peligrosas sin afectar a las bacterias buenas”.
Para ello, el equipo de investigación ha creado lo que ha denominado una “bomba genética programable”: el nuevo antibiótico es una toxina, una proteína que solo es tóxica para las bacterias malas.
Esta toxina -la bomba genética- ‘viaja’ en bacterias centinelas y está programada para activarse y matar solo cuando reconoce a una bacteria mala, ya sea virulenta o resistente a los antibióticos.
“Lo podemos explicar como si fuera una granada, que tiene explosivo y una anilla de seguridad. La granada se activa solo si sacas la anilla y nuestra toxina solo lo hace si se tropieza con una bacteria mala o resistente”, afirmó Rodríguez.
¿Cómo funciona?
Su mecanismo de acción es mediante un proceso llamado conjugación se trata de un mecanismo de transmisión de piezas de ADN empleado por las bacterias: “nosotros lo hemos programado en las bacterias centinelas para enviar la bomba genética a las bacterias vecinas”.
El cuerpo de las bacterias tienen una especie de “pelos” que actúan como jeringuillas que sirven de unión para que una bacteria centinela se una a una vecina y a través de ese “pelo” transmita en este caso el antibiótico.
Si la bomba genética accede a una bacteria mala, esta detectará determinadas señales moleculares como la virulencia o la resistencia a antibióticos que la activarán matando a dicha bacteria. Sin embargo, si es introducida en una bacteria buena no le hará nada.
Este mecanismo de activación selectiva del antibiótico se puede programar para atacar a diferentes bacterias resistentes y es posible gracias a una molécula denominada inteína para la cual el Instituto Pasteur ha solicitado una patente.
La eficacia de este nuevo antibiótico fue probada en peces cebra infectados con cólera, lo eliminó con éxito y respetó las bacterias benéficas.
“Hemos conseguido que nuestro antibiótico elimine el cólera virulento y resistente a antibióticos de los peces cebra infectados y que el resto de bacterias presentes en dichos peces no se vean afectadas y sobrevivan”, indicó el investigador de la UPM.
A pesar de que el primer paso superó la prueba, se requiere más investigación, el siguiente paso es probarlo en ratones. Si se superan todas las pruebas se podrán emplear en humanos para tratar infecciones bacterianas multirresistentes.
Este trabajo ha sido posible gracias a ingenieros, físicos y microbiólogos y está enmarcado dentro del proyecto europeo Plaswires, dirigido por Rodríguez-Patón.
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