Los Bomberos de Cádiz consiguieron llevar al hospital a José María Fernández, un hombre de 49 años con obesidad mórbida.
Un operativo del Consorcio de Bomberos de Cádiz logró trasladar con éxito a José María Fernández, un vecino de 49 años con obesidad mórbida, desde su casa hasta el hospital. Fernández, quien pesa 300 kilos, llevaba seis meses sin poder moverse y más de un año sin salir de su hogar.
Debido a su condición, Fernández pidió ayuda a través de redes sociales y medios de comunicación. El operativo de evacuación se llevó a cabo este jueves con la colaboración de los bomberos, quienes diseñaron y prepararon un complejo dispositivo durante los últimos días.
Contaron con la asistencia de una empresa especializada en montajes de espectáculos para construir una estructura de metal, sobre la cual colocarían la camilla que lo descendería desde la primera planta hasta la calle.
A comienzos de la semana, los bomberos instalaron las estructuras necesarias para mover a Fernández dentro de la vivienda. En el exterior, ajustaron una camilla especial capaz de soportar su peso. Los 17 bomberos voluntarios elevaron la camilla hasta la altura de la terraza.
Utilizaron una “compleja estructura” diseñada específicamente para esta situación, deslizando a Fernández sobre la camilla y descendiendo hasta el suelo, donde una ambulancia especial lo esperaba. Fue necesario retirar las rejas del balcón para sacar la camilla del edificio.
La operación duró más de dos horas y concluyó pasadas las 12:30, cuando la grúa depositó la camilla con Fernández junto a la ambulancia.
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Fernández fue trasladado al hospital Puerta del Mar en Cádiz, donde recibirá un tratamiento para la pérdida de peso, además de abordar otros problemas de salud y posiblemente someterse a una intervención quirúrgica.José María Fernández ha enfrentado problemas de sobrepeso durante años y desde 2019 recibe asistencia para la dependencia, la cual ha aumentado con el tiempo.
En 2023, su obesidad mórbida se agravó debido a una depresión, alcanzando los 300 kilos y dejándolo confinado en su cama durante seis meses.
Gracias a sus publicaciones en redes sociales, Fernández recibió ayuda de Jesús Sánchez Marín, propietario de un gimnasio en Cádiz, y de otras personas voluntarias que han contribuido a mejorar su nutrición y movilidad.
Sánchez Marín ha publicado en su perfil de Instagram el progreso de Fernández en términos de movilidad y forma física, aunque todavía necesita la intervención de profesionales para una recuperación completa.
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