El Secretario de Estado estadounidense Antony Blinken se reunirá con líderes israelíes de alto rango, entre ellos el primer ministro Benjamin Netanyahu
Antony Blinken, llegó a Tel Aviv en una gira por Oriente Medio que tiene como objetivo intensificar la presión diplomática para lograr un acuerdo de alto al fuego en Gaza, que ponga fin a los enfrentamientos entre Israel y el grupo militante palestino Hamás.
En su décimo viaje a la región desde que comenzó la guerra en octubre, Blinken se reunirá el lunes con líderes israelíes de alto rango, entre ellos el primer ministro Benjamin Netanyahu, informó un funcionario del Departamento de Estado.
Después de Israel, Blinken continuará hacia Egipto.
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Las conversaciones para llegar a un acuerdo de tregua y devolución de los rehenes retenidos en Gaza se encuentran ahora en un “punto de inflexión”, dijo a la prensa un funcionario de alto rango del Gobierno de Biden de camino a Tel Aviv, añadiendo que Blinken iba a recalcar a todas las partes la importancia de que este acuerdo supere la línea de meta.
Los países mediadores -Qatar, Estados Unidos y Egipto- no han logrado hasta ahora alcanzar un acuerdo en meses de negociaciones intermitentes, y el domingo continuó el derramamiento de sangre en Gaza.
Un ataque mató el domingo en Gaza al menos a 21 personas, entre ellas seis niños, informaron las autoridades sanitarias palestinas.
Los niños y su madre murieron en un ataque aéreo israelí contra una casa en la ciudad central de Deir Al-Balah, según las autoridades sanitarias. El Ejército israelí no hizo comentarios de inmediato.
El Ejército afirmó haber destruido lanzaderas de cohetes utilizadas para atacar Israel desde la ciudad de Jan Yunis, en el sur de Gaza, escenario de intensos combates en las últimas semanas, y haber matado a 20 militantes palestinos.
Las conversaciones para lograr un alto el fuego continuarán esta semana en El Cairo, tras una reunión de dos días en Doha la semana pasada. Blinken tratará de lograr un avance después de que Estados Unidos presentó propuestas puente que los países mediadores creen que cerrarían las brechas entre las partes enfrentadas.
La urgencia por alcanzar un acuerdo de alto el fuego ha aumentado ante el temor de una escalada en toda la región. Irán ha amenazado con tomar represalias contra Israel tras el asesinato del líder de Hamás Ismail Haniye en Teherán el 31 de julio.
LUTO EN EL HOSPITAL
En el hospital Al-Aqsa de Deir Al-Balah, los familiares se reunieron en torno a los cadáveres de la madre y sus seis hijos, envueltos en sudarios blancos con sus nombres. El más joven tenía 18 meses, dijo su abuelo Mohammed Khattab a Reuters en el funeral.
“¿Cuál fue su crimen? ¿Mataron a un judío? ¿Dispararon a los judíos? ¿Lanzaron cohetes contra los judíos? ¿Destruyeron el Estado de Israel? ¿Qué han hecho? ¿Qué han hecho para merecer esto?”, dijo Jattab.
Israel ha negado haber atacado a civiles en su persecución de militantes de Hamás, acusando al grupo de operar desde instalaciones civiles, como escuelas y hospitales. Hamás lo niega.
Tras 10 meses de guerra, los palestinos de la Franja de Gaza viven en constante desesperación por encontrar un lugar seguro.
“Estamos cansados de los desplazamientos. La gente está siendo empujada a zonas estrechas en Deir Al-Balah y Al-Mawasi, que se han convertido en ollas a presión”, dijo a Reuters Tamer Al-Burai, que vive en Deir Al-Balah con varios familiares, a través de una aplicación de chat. Los tanques estaban a sólo 1,5 km de distancia, añadió Burai.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas dijo que las órdenes del viernes, que incluían otras partes de Gaza fuera de las zonas humanitarias, habían reducido el tamaño de la “zona humanitaria” designada como segura por las fuerzas israelíes a alrededor del 11% de la superficie total del territorio.
“CONVERSACIONES COMPLEJAS”
La guerra estalló el 7 de octubre, cuando militantes de Hamás irrumpieron en Israel, matando a unas 1,200 personas y capturando a unos 250 rehenes, según los recuentos israelíes.
La posterior campaña militar israelí ha matado a más de 40,000 palestinos, en su mayoría civiles, según las autoridades sanitarias palestinas, y ha reducido a escombros gran parte de Gaza. Israel afirma haber matado a 17,000 combatientes de Hamás.
La oficina de Netanyahu describió las conversaciones de alto el fuego como “complejas” y afirmó que estaba “llevando a cabo negociaciones, no cediendo en las negociaciones”.
Israel sigue firmemente comprometido con los principios establecidos para su seguridad en las propuestas generales del 27 de mayo, dijo la oficina en un comunicado tras una reunión del gabinete.
“Me gustaría hacer hincapié en ello: Estamos llevando a cabo negociaciones y no un escenario en el que sólo damos y damos”, dijo Netanyahu en la reunión. “Hay cosas en las que podemos ser flexibles y (…) cosas en las que no podemos ser flexibles, en las que insistiremos”.
“Una fuerte presión militar y diplomática es la forma de asegurar la liberación de nuestros rehenes”, dijo Netanyahu.
Hamás dijo que los comentarios optimistas de Estados Unidos eran “engañosos” y acusó a Netanyahu de poner nuevas condiciones en un intento de “dinamitar” la negociación.
Aunque no se han hecho públicos los detalles de las negociaciones, ha habido diferencias sobre varias cuestiones clave.
Los desacuerdos incluyen si las tropas israelíes deben seguir presentes en Gaza tras el fin de los combates, especialmente a lo largo del llamado Corredor Filadelfia en la frontera con Egipto, y sobre los controles a las personas que entran en el norte de Gaza desde el sur, que Israel dice que son necesarios para detener a los militantes armados.
Hamás ha presionado para que se alcance un acuerdo de alto el fuego que ponga fin a la guerra, mientras que Israel no se ha mostrado dispuesto a ir más allá de una pausa temporal en los combates.