Joe Biden instó a los republicanos del Congreso de Estados Unidos a respaldar una reforma migratoria que otorgaría mayores poderes para gestionar la frontera con México. La propuesta le permitiría al presidente “cerrar la frontera” en casos de saturación.
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“Lo que se ha negociado sería -si se aprueba como ley- el conjunto de reformas más duras y justas para garantizar la seguridad de la frontera que jamás hayamos tenido en nuestro país”, afirmó en un comunicado.
Aunque los detalles del acuerdo aún no se han hecho públicos, se sabe que un grupo de congresistas conservadores y funcionarios gubernamentales están llevando a cabo las negociaciones.
El presidente expresó la necesidad de contar con una nueva autoridad de emergencia para tomar medidas rápidas y efectivas en situaciones de saturación en la frontera.
“Me daría, como presidente, una nueva autoridad de emergencia para cerrar la frontera cuando esté colapsada”, precisa.Y si tuviera esa autoridad, la usaría el día que firme el proyecto de ley”, añade el demócrata, en un tono inusual en él.
El paquete de ayuda a Ucrania, solicitado por Biden al Congreso, se encuentra actualmente condicionado por los republicanos a un fortalecimiento de las políticas migratorias. “Si se toman en serio la crisis fronteriza, aprueben un proyecto de ley bipartidista y lo firmaré”, subrayó Biden.
A pesar de la ardua naturaleza de las negociaciones, el presidente instó al Congreso a proporcionar los fondos necesarios para cubrir el costo de mil 300 agentes de la patrulla fronteriza adicionales, 375 jueces de inmigración, mil 600 funcionarios de asilo y más de 100 máquinas para detectar fentanilo en la frontera.
Este llamado de Biden surge horas después de que el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, advirtiera sobre el posible fracaso del pacto migratorio en la cámara baja. La incertidumbre persiste en torno al contenido del borrador de la propuesta, generando tensiones entre los partidos políticos.
Frentes abiertos
La crisis migratoria tiene varios frentes.
Su secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, también está siendo blanco de los republicanos, que quieren destituirlo.
Un comité de la Cámara de Representantes, donde los conservadores tienen una ajustada mayoría, considera haber recabado suficientes pruebas para someterlo a un juicio político (impeachment en inglés).
En su escrito, Johnson advierte que la semana que viene reanudarán las sesiones y “la votación se celebrará lo antes posible”. De todos modos no prosperará en el Senado, donde los demócratas tienen mayoría.
Además Johnson, junto con Trump y otros líderes conservadores, respaldan al gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, que se ha convertido en una pesadilla para la administración demócrata con sus constantes desafíos.
Abbott ha colocado alambre de púas en la frontera, ha trasladado a migrantes en autobuses a ciudades dirigidas por demócratas y, según la administración de Biden, ha impedido el acceso de agentes federales a algunos sectores.