La Casa Blanca argumentó que los comentarios del presidente Joe Biden respecto los votantes de Donald Trump habían sido malinterpretados
La reciente controversia causada por el actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al referirse a los seguidores del expresidente Donald Trump como “basura”, ha generado una serie de reacciones en el ámbito político.
Ante estas declaraciones, la vicepresidenta Kamala Harris optó por distanciarse, generando un intenso debate sobre el discurso político y la polarización en el país.
Durante una entrevista con CNN, Biden defendió a Puerto Rico tras un comentario racista realizado en un mitin de Trump.
En el evento, el comediante Tony Hinchcliffe describió a la isla como una “isla flotante de basura”, lo cual motivó la respuesta de Biden:
“La única basura que veo flotando por ahí son sus seguidores”.
Esta expresión suscitó una rápida respuesta de Trump y de otros líderes republicanos, quienes criticaron duramente el comentario.
“Realmente no sabe lo que dijo. Es algo terrible, terrible, pero realmente no lo sabe”, afirmó el exmandatario.
Por su parte, la vicepresidenta Harris, buscando distanciarse, declaró desde la base aérea de Andrews que no está de acuerdo con criticar a las personas en función de sus preferencias políticas.
“Estoy totalmente en desacuerdo con cualquier crítica a las personas en función de a quién votan”, comentó Harris.
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Estas palabras subrayan su compromiso con un discurso más inclusivo y en sintonía con su mensaje de unidad nacional, reafirmado previamente en eventos de campaña.
“En el trabajo que hago intento representar a toda la gente, me apoyen o no, y como presidenta de Estados Unidos seré la presidenta de todos los estadounidenses, hayan votado por mí o no”, enfatizó la candidata demócrata.
Tras la polémica, la Casa Blanca intervino aclarando que los comentarios de Biden habían sido malinterpretados, señalando que el presidente se refería específicamente al comentario de Hinchcliffe, y no a los votantes de Trump.
Además, Biden utilizó sus redes sociales para rectificar su declaración, subrayando que su intención no era ofender a ningún grupo de personas.
Este incidente revela la creciente polarización política en Estados Unidos y los retos que enfrentan sus líderes para mantener un tono conciliador. La respuesta de Harris, al distanciarse, podría fortalecer su imagen como una líder centrada en promover la unidad nacional.