En el Día Internacional del Ciclista te contamos que, practicar ciclismo es una de las formas más fáciles que existen para hacer ejercicio
Sin duda alguna, en la actualidad, el ser ciclista ha ido más allá de hacerlo por deporte o tomarlo como una práctica recreativa; tomar la decisión de subirte a una bicicleta en algunos casos ha tenido que ser por necesidad y más si son trayectos cortos por la ventaja de llegar más rápido.
Por tal necesidad en la Ciudad de México han surgido diferentes compañías ofreciendo el servicio de préstamo de bicis, pero esa, es otra historia.
En el Día Internacional del Ciclista te contamos que, practicar ciclismo es una de las formas más fáciles que existen para hacer ejercicio, además de ayudan a reducir el estrés, es una de las actividades físicas que más se disfrutan.
Por si fuera poco, este deporte ofrece una gran serie de beneficios para la salud de las personas que lo practican. Algunos de las principales son:
- Mejora el tono muscular. Su práctica constante ayuda a esculpir, tonificar, y reafirmar los músculos de la parte inferior del cuerpo, incluyendo los muslos, pantorrillas, cuádriceps y glúteos. Asimismo, favorece a la parte lumbar, abdominal, pectorales, hombros y espalda.
- Mejora la circulación. Debido al esfuerzo físico que provoca, nuestro riego sanguíneo se activa positivamente.
- Fortalece el corazón. Estimula y mejora nuestra salud cardíaca, reduciendo el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
- Quema grasa. Es una de las mejores opciones para bajar o mantener un peso saludable, ya que aumenta el ritmo metabólico, desarrolla los músculos y quema la grasa corporal que nos sobra.
- Reduce los niveles de colesterol. Está comprobando que andar en bici reduce nuestros niveles de colesterol.
- Fortalece el sistema inmunológico. Facilita que nuestro cuerpo segregue sustancias químicas que producen sensación de bienestar y mejoran tu estado de ánimo. También favorece la creación de fagocitos, encargados de eliminar bacterias y células cancerígenas.
- Disminuye el riesgo de desarrollar cáncer y diabetes. Su práctica regular reduce el riesgo de padecer varios tipos de cáncer, como el de colon, próstata, páncreas y de mama. Además, disminuye cerca de un 40% las probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2.
- Mejora la oxigenación del cerebro.
- Mejora la coordinación. Favorece y mejora nuestro equilibrio corporal, así como el de los movimientos que requieren coordinación.
- Ayuda a evitar lesiones óseas. Fortalece los huesos, lo que ayuda a evitar lesiones o fracturas óseas. Su práctica es recomendable para personas con osteoartritis, ya que las articulaciones no sufren porque es un ejercicio de bajo impacto.
- Ayuda a la reducción de la celulitis.
- Aumenta la capacidad pulmonar.
Así que si estás analizando usar la bicicleta como medio de transporte, esperamos que estos consejos te hayan ayudado para tomar tu decisión.
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