Los soldados de Cortés intercambian flechas con disparo de ballesta y arcabuz. Aunque estaban rodeados, los españoles aguantaron el empuje
El 7 de julio de 1520, los apenas 500 soldados de infantería, 4000 aliados tlaxcaltecas, y 16 caballos de Hernán Cortés, junto a unos 800 aliados, derrotaron a un ejército mexica (llamados aztecas).
Las fuentes más prudentes afirman que el ejército estaba compuesto en torno a unos 25.000 guerreros, aunque otros autores elevan la cifra hasta los 100.000. Esa batalla supuso el principio del fin del Imperio Mexica, que un año más tarde fue destruido tras la toma de su capital Tenochtitlan.
Tras el episodio de la “Noche Triste”, en la que las fuerzas del conquistador Hernán Cortés, fueron derrotadas por los aztecas y obligadas a abandonar Tenochtitlan. Después de varios días de huida, con el ejército enemigo persiguiéndolos, los españoles presentaron batalla.
Cortés dispuso a sus tropas en círculos con sus piqueros delante para detener las embestidas. En cambio el Ciuacoatl mando rodear a las tropas españolas e intentar capturarlas para sus sacrificios.
Cuando la batalla comenzó, los soldados aztecas cargaban una y otra vez contra las posiciones españolas, sin resultado. Los soldados de Cortés intercambian flechas con disparo de ballesta y arcabuz. Aunque estaban rodeados, los españoles aguantaron el empuje.
Los 16 caballos del contingente, hicieron sin duda la misión más importante de la batalla. Éstos al mando del mismo Cortes, cargaban contra los aztecas creando numerosas bajas y acabando con la vida de varios capitanes, pues se identificaban por su tocado de plumas dorado.
El Ciuacoatl estaba colocado en un lugar apartado de la batalla observando y dirigiendo. Aunque estuvieran teniendo muchas bajas, éstos combatían con el mismo valor que los españoles. Fue entonces cuando la caballería lo localizo, y con Cortés al frente, lanzaron un ataque, el conquistador español clavo su lanza en el vientre de éste, tirándolo de su silla de comandante. Muerto el Ciuacoatl, el ejército azteca empezó a retirarse al ver perdida la batalla y sin jefes que les condujeran. Cortes se paseó con su estandarte como símbolo de la victoria.
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