Finalmente, fueron expulsados seis jugadores y el Zenit venció por 4-2 en penales
Durante un partido de la Copa de Rusia entre el Zenit de San Petersburgo y el Spartak Moscú, se llevó a cabo una pelea entre jugadores de ambos equipos que terminó con seis expulsados.
Nadie podía controlar la situación, luego de que se involucraron jugadores de campo, suplentes e integrantes de los cuerpos técnicos.
Quien comenzó la trifulca fue el colombiano Wilmar Barrios, quien provocó a un rival y al ser sujetado del cuello, generó la reacción de propios y ajenos.
Tras casi finalizar el cotejo, un jugador del Spartak de Moscú se enfrascó a empujones y mantas con un elemento del Zenit.
Esto lo vio el árbitro central quien trató de separar a los revoltosos, pero los jugadores del Zenit llegaron en masa para empujar al miembro del Spartak de Moscú.
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Esto desencadenó la furia de los demás futbolistas del club rival y se armó la bronca al por mayor, lanzando una serie de patadas, empujones y hasta golpes al rostro.
Los asistentes del colegiado poco pudieron hacer para calmar los ánimos que se calentaron.
Por fortuna los cuerpos técnicos de ambos clubes saltaron al terreno de juego para calmar y controlar a sus jugadores.
Tras la trifulca el silbante expulsó a seis futbolistas (tres para cada bando) dejando así las cosas con ocho elementos para cada equipo.
Sin embargo el duelo ya había concluido pero el cero se mantenía en el marcador por lo que se procedió a los penales.
El Zenit salió con la victoria ya que en la serie de penaltis metió 4, mientras que el Spartak de Moscú solo anotó 2, dejando 4-2 el marcador.
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CAB