Las personas muy devotas suelen realizar ayunos extensos durante la Semana Santa, pero esto puede representar un riesgo.
La tradición religiosa de Semana Santa lleva a muchos creyentes a realizar ayunos extensos durante este período, buscando una mayor conexión espiritual. No obstante, esta práctica puede acarrear consecuencias. A continuación, mencionamos los riesgos asociados.
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Quienes son devotos a la religión católica o cristiana, o simplemente son creyentes y conmemoran la Semana Santa, usualmente realizan ayunos prolongados como una representación de purificación y compromiso. La cuestión es que esto podría generar consecuencias para la salud.
¿Cuáles son las consecuencias emocionales por ayunos prolongados?
De acuerdo con lo revelado por la página de Fundación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los ayunos prolongados pueden generar problemas en los estados emocionales de las personas que los practican.
Una de estas consecuencias podría ser mal humor, ya que las neuronas del cerebro no obtienen la energía de los alimentos, generando enojo o irritabilidad. Así que, si buscaban estar en paz con el ayuno prolongado en Semana Santa, esto hace todo lo contrario.
Peligros físicos por el ayuno prolongado
Además de las consecuencias en el estado de ánimo por el ayuno prolongado en Semana Santa, también podrían desarrollarse problemas físicos en las personas que lo realizan, hasta el punto de correr un grave peligro.
La principal consecuencia física por el ayuno prolongado es la gastritis, ya que, aunque no se tenga alimento en el estómago, los jugos o ácidos gástricos siguen produciéndose, y al no tener qué deshacer, comienzan a irritar el órgano hasta el punto de causar lesiones, náuseas o vómito.
Por si esto no fuera suficiente, al haber una ausencia de calorías o combustible para el cuerpo, por el ayuno prolongado, la presión arterial comienza a bajar, provocando desmayos y accidentes peligrosos, especialmente si se está en la calle.
De igual manera, el no consumir alimentos durante toda la mañana orilla a las personas a hacer atracones o un consumo excesivo de comida, cuando finaliza el ayuno. La consecuencia de esto puede ser obesidad o indigestión.
Así que ahora que sabes cuáles son las consecuencias y peligros de hacer ayunos prolongados en Semana Santa, será mejor probar la fe con cambios más significativos, como ser tolerante, paciente y empático con los demás, en lugar de evitar los alimentos.