Especialistas internacionales avalaron la teoría de Cuba sobre los supuestos ataques sónicos ocurridos en La Habana contra diplomáticos estadounidenses, denunciados por Washington
Especialistas de varias naciones, incluida Estados Unidos, avalaron la teoría sostenida por expertos cubanos de que no hay evidencias probadas de los supuestos ataques sónicos que afectaron a 24 diplomáticos estadounidenses en Cuba, según alega el gobierno del presidente Donald Trump.
Los especialistas han participado en un foro online convocado por un comité de expertos cubanos que ha investigado los supuestos “ataques acústicos” para “intercambiar información y opiniones con la comunidad científica internacional u otros actores interesados”.
Entre los participantes en el encuentro, el psicólogo del Laboratorio de Percepción y Cognición Auditiva de la Universidad de Minnesota (EEUU), Andrew Oxenham, dijo que no puede explicarse que la enfermedad y la pérdida de audición estén relacionadas con un sonido.
Según Estados Unidos, los “ataques” que tuvieron lugar entre noviembre de 2016 y agosto de 2017 provocaron a una veintena de su personal en la embajada de La Habana síntomas como pérdida auditiva, náuseas, mareos, dolor facial, dolor abdominal, problemas cognitivos y daños cerebrales.
“No hay forma de que un dispositivo acústico cause daño usando sonidos inaudibles” opinó Oxenham y afirmó que resulta “imposible estimular al oído interno de una manera que ocasione lesiones, cuando la única forma sería a través de la distorsión.
Eso provocaría que el sonido fuera claramente audible y también visible el tamaño de los altavoces necesarios para generar un infrasonido como ése, señaló ese especialista.
Desde la perspectiva del sociólogo neozelandés Robert Bartholomew, autor de “¡Brote! La enciclopedia del comportamiento social extraordinario”, la posibilidad de una “histeria masiva ciertamente está en juego”.
“Es muy posible que ese grupo sea de naturaleza psicogénica, ya que la mayoría de los síntomas son dolores de cabeza y mareos”, apuntó.
Por su parte, la directora del programa de audiología en la Universidad de Texas, Collen Le Prell, consideró que la aparición repentina de pérdida de audición sin que exista una fuente audible es “muy inusual”.
El sitio web de la Red Cubana de la Ciencia, que acogió el debate, reprodujo la opinión del profesor en la Universidad de Oxford, Robin O. Cleveland, quien aseguró que el sonido tendría que llegar directamente al tejido cerebral, siguiendo el mismo principio de los equipos de ultrasonido para causar daños, ya que si existe aire entre el cuerpo y el sonido, este no puede atravesarlo.
Expertos cubanos expusieron recientemente resultados preliminares de una investigación -todavía en curso- sobre los supuestos “ataques acústicos”, según los cuales no han encontrado evidencias que corroboren esos hechos, ni se han identificado posibles autores.
La relación entre Cuba y EEUU atraviesa momentos de tensión a causa de los presuntos “ataques acústicos” que alega la administración Trump, aunque las autoridades cubanas han manifestado que dudan de su existencia y niegan toda responsabilidad.
Debido a esos ataques, EEUU no considera la isla un lugar seguro para sus diplomáticos por lo que a finales de septiembre ordenó la salida del 60 % de sus funcionarios en la embajada de La Habana, además de expulsar a 17 diplomáticos cubanos de Washington para nivelar las legaciones.
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