Las autoridades de Texas han atribuido al menos 60 muertes a la tormenta Harvey, que arrojó grandes cantidades de lluvia en diversos condados en cuestión de días.
Muchos de los decesos confirmados en 11 condados del sur de Texas ocurrieron cuando las víctimas se vieron sorprendidas por fuertes crecidas o perdieron el control de sus vehículos en caminos inundados, dijeron funcionarios de gestión de emergencias.
De esos condados, el de Harris, que tuvo las peores inundaciones durante la tormenta y donde se encuentra Houston, registraba la cifra más alta de muertes relacionadas con Harvey: 30, hasta las 5 de la tarde del lunes.
Sin embargo, los departamentos de gestión de emergencias de los condados dijeron que han incluido en sus cuentas de fallecidos a quienes perdieron la vida por complicaciones indirectas del temporal.
Debido al reblandecimiento del terreno por la lluvia, algunos árboles cedieron y cayeron sobre al menos dos viviendas, lo que dejó dos muertos en el condado Montgomery, dijo Cynthia Jamieson.
Por su parte, el Departamento de Seguridad Pública de Texas confirmó que una pareja falleció cuando viajaba en un vehículo sobre el que cayó un árbol en las afueras de Jasper.
Algunas muertes indirectas fueron atribuidas a la interrupción del suministro eléctrico. Los fallecimientos de varios ancianos en algunos condados fueron relacionados con Harvey porque sus equipos médicos, como tanques de oxígeno, dejaron de funcionar.
Los funcionarios dijeron que las inundaciones causaron demoras en la atención de emergencias médicas, lo que también resultó en fallecimientos, entre ellos el de un hombre que murió durante un incendio en el condado Aransas.
Otra persona murió el domingo de un ataque cardíaco en el condado Montgomery. Los socorristas llegaron tarde a su domicilio debido a las inundaciones.
El presidente Donald Trump solicitó al Congreso 7,900 millones de dólares como primer paquete para las acciones de asistencia y recuperación tras el paso de Harvey.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, dejó entrever que la recuperación podría costar 180,000 millones de dólares.