La restricción a la importación comercial o turística de carne y productos cárnicos de cerdo abarca a los 20 países que representan focos recientes de la enfermedad
Con el fin de mantener al país libre de Peste Porcina Africana (PPA), autoridades del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) han aplicado diversas medidas para que productores y consumidores estén a salvo de esta enfermedad exótica que afecta a los cerdos y jabalís.
De esta forma, el Senasica aplica medidas permanentes de prevención y vigilancia epidemiológica de las enfermedades que no tienen presencia en el país, a fin de proteger la producción pecuaria nacional y preservar el estatus sanitario.
Por su parte, la Sader ha restringido la importación de productos de riesgo, además de mantener en capacitación permanentemente a técnicos y reforzar de manera constante las labores de inspección zoosanitaria comercial y turística.
La restricción a la importación comercial o turística de carne y productos cárnicos de cerdo abarca a los 20 países que representan focos recientes de la enfermedad como lo son: Bélgica, Bulgaria, Burundi, Chad, China, Costa de Marfil, Estonia, Hungría, Kenia, Letonia, Lituania, Malí, Moldavia, Polonia, República Checa, Rumania, Rusia, Sudáfrica, Ucrania y Zambia.
Ante la presencia de PPA en países de Europa, Asia y África, el Senasica ha intensificado las medidas preventivas en puertos, aeropuertos y fronteras del país, con ayuda de oficiales de inspección y Unidades Caninas; además ha realizado simulacros para detectar y atender oportunamente enfermedades de alto impacto sanitario que pudieran representar un peligro para el sector pecuario mexicano.
Estas capacitaciones se realizaron en Durango, Estado de México, Yucatán, así como en los dos principales estados productores de cerdo en el territorio nacional, Jalisco y Sonora. En ellos, participaron más de 150 técnicos de diversas organizaciones de productores y académicos.
La PPA es una enfermedad enlistada en el Código Sanitario para los Animales Terrestres de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y es de declaración obligatoria, que no representa ningún riesgo para la salud humana.
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