Un kamikaze talibán mató este miércoles a cinco civiles e hirió a otros 25 en un atentado en el sur de Afganistán, informaron las autoridades locales.
Este atentado, reivindicado por los talibanes, es el primero de esta importancia desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que descartaba la retirada de las tropas en Afganistán y dejaba entrever el envío de más soldados.
“Un kamikaze hizo estallar un coche lleno de explosivos en un aparcamiento cerca de la sede principal de la policía en Lashkar Gah”, capital de Helmand, informó Omar Zhwak, portavoz del gobernador de esta provincia.
Esta fuente precisó que entre las víctimas figuraban mujeres y niños.
Según el director del hospital provincial, Mauladad Tabihdad, 38 heridos fueron hospitalizados, la mayoría de ellos niños.
Estos niños estaban estudiando en una mezquita cercana al lugar de la explosión, según el portavoz del gobernador.
Entre los fallecidos, hay dos mujeres y dos soldados.
El kamikaze hizo estallar el coche a las ocho de la mañana, cuando la gente esperaba delante de la sede de la policía.
El blanco del atentado eran los vehículos del ejército, estacionados en el aparcamiento, según un portavoz de la policía, Salam Afghan.
Durante años, Helmand ha sido el centro de las operaciones de las tropas internacionales desplegadas en Afganistán.
Hoy es un bastión talibán que proporciona el 80% de la adormidera (planta de la que se extrae el opio) del país.