Las tropas sirias, con apoyo de Rusia e Irán, han recuperado el control de gran parte del país, provocando el desplazamiento de cientos de miles de personas
Los socorristas civiles conocidos como los Cascos Blancos informaron que al menos 5 mujeres y un niño han muerto después de que el gobierno bombardeó el último reducto rebelde en el poblado de Ariha, Siria.
Algunos videos de la escena grabados por los Cascos Blancos mostraron un callejón estrecho bloqueado por los escombros de un edificio que quedó destrozado. Unos sobrevivientes cubiertos con polvo blanco colocaron en una camilla a un hombre herido y a una niña para llevarlos a una ambulancia.
También, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, también reportó seis decesos.
La escena en Ariha es una acción más después de que el gobierno emprendió tácticas militares similares para recuperar el control del territorio que había perdido.
En los últimos tres años, las tropas sirias, con apoyo de Rusia e Irán, han recuperado el control de gran parte del país, lo que ha provocado el desplazamiento de cientos de miles de personas, en su mayoría de las ciudades de Hama e Idlib, donde los rebeldes tenían sus últimos reductos.
Pero en este bastión rebelde viven casi 3 millones de personas, que ahora no tienen a donde escapar de la ofensiva del gobierno.
Un cese al fuego alcanzado en septiembre, que fue negociado por Rusia y Turquía, no ha tenido resultados y sólo ha colapsado.
Cerca de 20 instalaciones de salud, tres campamentos para gente desplazada y un campo de refugiados se vieron afectados por la violencia, reportó el viernes la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
Tan sólo este lunes hubo más de 100 ataques aéreos y se lanzaron hasta 93 bombas de barriles en la sección sur del bastión rebelde, de acuerdo con el Observatorio Sirio.
Contenido relacionado: