Hombres armados atacaron el domingo una prisión en la ciudad de Beni, en Congo, matando al menos a 11 personas y liberando a más de 900 presos, informó un funcionario del gobierno.
Ocho guardias de la prisión estaban entre los muertos, dijo el gobernador de la provincia de Kivu del Norte, Julien Paluku. Cerca de 30 prisioneros permanecieron en la prisión de Kangbayi después del ataque, agregó.
Paluku ordenó un toque de queda en Beni y cerca de Butembo. “Solo el ejército y la policía tienen derecho a circular para tener control sobre el enemigo”, añadió.
No se supo por el momento quienes realizaron el ataque, aunque se sabía de amenazas de ataques de parte de los rebeldes de las Fuerzas Democráticas Aliadas para liberar a sus miembros encarcelados allí.
Ese grupo rebelde fue fundado en la vecina Uganda en la década de 1990 y ahora tiene su base en Congo, donde ha intensificado sus ataques. El grupo ha matado a más de 1.000 personas en el este de Congo desde octubre de 2014.
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El ataque del domingo ocurrió luego de otros realizados contra instalaciones policiales o penitenciarias en el último mes. La policía de Congo dijo el sábado que varios hombres atacaron una comisaría en Kinshasa, donde mataron al menos a dos personas.
En mayo, miembros de una secta cristiana irrumpieron en una prisión en Kinshasa, donde liberaron a su líder y a otras personas. Los testigos dijeron que miles de presos escaparon.