El nuevo fármaco en etapa de experimental para prevenir el COVID-19, mostró resultados positivos en un estudio preliminar.
Las vacunas recientemente desarrolladas por distintos laboratorios de todo el mundo constituyen la mejor herramienta para luchar contra la pandemia por COVID-19 que provoca el nuevo coronavirus.
Pero los laboratorios y universidades también siguen una carrera titánica para desarrollar medicamentos eficaces para tratar la enfermedad, desde aquellos que generen una inmunidad hasta los que sirvan para tratar sus formas moderada y grave.
En ese camino, un nuevo fármaco que está en etapa de experimental para prevenir el COVID-19, mostró una serie de resultados positivos en un estudio preliminar, publicado en la prestigiosa revista Nature Microbiology por investigadores de la Universidad de Georgia, en Atlanta. El laboratorio Merck Sharp & Dohme (Merck&Co en Estados Unidos y Canadá) lleva adelante un amplio estudio de Fase III en 300.000 personas internadas con la enfermedad. Cuando se conozcan los resultados, podría cambiar la estrategia de inmunidad en todo el mundo.
El pasado 3 de diciembre, los doctores Robert M. Cox, Josef D. Wolf y Richard K. Plemper, del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad Estatal de Georgia, Estados Unidos, publicaron el estudio científico sobre el molnupiravir, la droga que promete interrumpir los contagios en 24 horas.
El Molnupiravir es un antiviral cuyo nombre técnico es MK-4482/EIDD-2801, y se trata de es un inhibidor de ribonucleósido que se administra por vía oral. En principio, fue diseñado para tratar la gripe y evitar que el virus haga copias de sí mismo, creando errores durante la replicación del ARN viral. De comenzarse el tratamiento a tiempo, los contagiados podrían obtener grandes beneficios para ellos y el resto de la sociedad debido a que el medicamento podría detener el paso a la gravedad del paciente, hacer más breve su infección y evitar los brotes comunitarios.
Debido a que el medicamento se puede tomar por vía oral, el tratamiento puede iniciarse temprano para obtener un beneficio potencial triple: inhibir el progreso de los pacientes a una enfermedad grave, acortar la fase infecciosa para aliviar el costo emocional y socioeconómico del aislamiento prolongado del paciente y silenciar rápidamente los brotes locales.
Los investigadores infectaron hurones con SARS-CoV-2 e iniciaron el tratamiento con MK-4482 / EIDD-2801 cuando los animales comenzaron a eliminar el virus por la nariz. En comparación, todos los contactos de los hurones de origen que habían recibido placebo se infectaron. Si estos datos basados en hurones se traducen en humanos, los pacientes con COVID-19 tratados con el medicamento podrían volverse no infecciosos dentro de las 24 horas posteriores al inicio del tratamiento, según el estudio financiado por subvenciones para servicios de salud pública de los Institutos Nacionales de Salud / Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas del estado de Georgia.
MK-4482 / EIDD-2801, que se toma en tres dosis diferentes cada 12 horas durante cinco días en pacientes con COVID-19, se encuentra en ensayos clínicos avanzados de fase II / III contra la infección por SARS-CoV-2 y también tiene una actividad de amplio espectro contra otros virus respiratorios de ARN, ya que reduce la cantidad de partículas virales diseminadas en varios órdenes de magnitud, disminuyendo de manera drástica la transmisión, señalan los científicos.
El molnupiravir se diseñó originalmente para combatir la influenza. El mismo medicamento, también está siendo evaluado por otro grupo de científicos de Merck Sharp & Dohme Corp. En este caso, lo que están evaluando es si el fármaco puede ayudar a los pacientes que no solo se contagiaron del virus SARS-CoV-2 sino que además ya desarrollaron la enfermedad, COVID-19. El molnupiravir se diseñó originalmente para combatir la influenza, y los científicos están probando la seguridad, tolerabilidad y eficacia de este tratamiento en la tasa de recuperación de los pacientes COVID-19.
En este ensayo clínico participan mil 300 pacientes hospitalizados con COVID-19, y el responsable del estudio es la compañía Merck Sharp & Dohme. Hasta el momento no se han publicado resultados.
Interrumpir la transmisión comunitaria generalizada del SARS-CoV-2 hasta que la vacunación masiva esté disponible es fundamental para controlar el COVID-19 y mitigar las consecuencias catastróficas de la pandemia.
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AFG