Los damnificados iniciaron la jornada con una caminata sobre Tlalpan para colocar 12 mensajes sobre el tapial del edificio derrumbado en esa unidad habitacional, el C-1.
El año más difícil en la historia reciente de la capital cerró con una vibrante cena de Año Nuevo en el Multifamiliar Tlalpan, honrando a los fallecidos en el edificio colapsado el 19 de septiembre y exigiendo que la reconstrucción de sus inmuebles por fin llegue.
Los damnificados iniciaron la jornada con una caminata sobre Tlalpan para colocar 12 mensajes sobre el tapial del edificio derrumbado en esa unidad habitacional, el C-1.
Ahí cantaron consignas, agradecieron el apoyo y solidaridad de los capitalinos hacia ellos, encendieron velas y desearon que nunca vuelva a haber gente que pase por la situación que ellos están viviendo.
Lo dijo con una uva en la mano en alto, al igual que sus compañeros del campamento del Multifamiliar Tlalpan. Tras su arenga, los damnificados comieron sus uvas en símbolo de la esperanza de que se cumpla con la reconstrucción de sus viviendas.
Han sido tres meses y medio de vivir en campamentos, de perder el patrimonio, de tener incertidumbre sobre el futuro, de encontrar fuerzas donde ya no hay, de soportar frío y lluvia a la intemperie y de la zozobra por no tener certeza del futuro.
En medio del drama en el que viven estas familias, la última noche de 2017 era buen momento para hacer una pausa y tener una cena comunitaria, con platillos donados por la población que sigue apoyando a los damnificados del multifamiliar Tlalpan.
Una de las damnificadas elevó una oración para bendecir los alimentos. Otro afectado rezó el Padre Nuestro y el Ave María.
La cena estuvo compuesta por diversos tipos de preparación de pasta, pavo, pollos rostizados, salsas, pan, entre otros alimentos.
Con información de Excélsior
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