Cientos de habitantes de un barrio afectado por las inundaciones en Valencia expresaron su reclamo al rey Felipe II y al presidente Pedro Sánchez
Vecinos de un barrio de Valencia particularmente afectado por las mortales inundaciones de esta semana protestaron el domingo en el marco de la visita del rey Felipe II y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; algunos incluso les arrojaron barro.
Van más de 200 muertos por las inundaciones en España
Al grito de “¡asesinos, asesinos!” desahogaron su rabia contenida por lo que los residentes locales han percibido como alertas tardías de las autoridades sobre los peligros de la tormenta del martes y las inundaciones en la región de Valencia, y luego una lenta respuesta de los servicios de emergencia cuando se produjo el desastre.
“Se sabía y nadie hizo nada por evitarlo”, le dijo un joven al rey, que insistió en quedarse a hablar con la gente pese a la agitación, mientras el presidente se había retirado. En un momento de la visita al afectado barrio de Paiporta, Felipe sostuvo en su hombro a un hombre que lloraba.
El gobierno central ha dicho que emitir alertas a la población es responsabilidad de las autoridades regionales. Las autoridades valencianas aseguran que actuaron lo mejor que pudieron con la información de que disponían.
Cualquier negligencia se investigará
Sánchez dijo el sábado que cualquier posible negligencia se investigará más adelante.
El número de víctimas mortales dejado por las peores inundaciones repentinas de la historia moderna del país ascendió el domingo a 217, casi todas ellas en la Comunidad Valenciana y más de 60 sólo en Paiporta.
Decenas de personas están en paradero desconocido, mientras que unos 3.,000 hogares siguen sin electricidad, según las autoridades.
Miles de efectivos militares y policiales se sumaron a las labores de socorro durante el fin de semana, en la mayor operación de este tipo llevada a cabo en España en tiempos de paz. Las inundaciones arrasaron calles y plantas bajas de edificios y arrastraron autos en mareas de lodo.
La tragedia es ya la peor catástrofe europea relacionada con inundaciones en un solo país desde 1967, cuando al menos unas 500 personas murieron en Portugal.
España organiza el mayor despliegue de fuerzas por una catástrofe en tiempos de paz, con 211 muertos.