Los trabajos de la Asamblea General de la OEA arrancan este martes en Cancún luego de que el lunes los cancilleres fracasaran en aprobar un pronunciamiento sobre la crisis en Venezuela, entre reclamos de opositores venezolanos de que evalúen nuevamente ese proyecto.
La situación política en Venezuela, donde el lunes sumaban 74 los muertos en las protestas opositoras que superan ya los 80 días, podría nuevamente dominar el encuentro si al momento de determinar la agenda a discutir se somete a la Asamblea un proyecto de pronunciamiento.
“El único diálogo posible con Venezuela es con la OEA, es la única que puede”, dijo el diputado opositor venezolano Luis Florido al denunciar que el organismo tiene una deuda con su país.
En una sesión especial realizada al margen de la Asamblea General, los cancilleres no consiguieron reunir los 23 votos entre las 34 delegaciones para aprobar un pronunciamiento sobre la crisis política en Venezuela.
El proyecto, que reunió 20 votos a favor, cinco en contra y ocho abstenciones, instaba al presidente venezolano Nicolás Maduro a reconsiderar su convocatoria a una Asamblea Constituyente, a garantizar el respeto a los derechos humanos y a entablar un diálogo con la oposición facilitado por un grupo de países.
Por la tarde, al presentar este proyecto de acuerdo, los cancilleres promotores daban por sentado que reunirían los votos para lograrlo, pero al final las delegaciones caribeñas modificaron su posición y no dieron su voto.
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, se retiró al inicio de este encuentro con la advertencia de que no reconocerían las resoluciones que emanaran de la sesión especial del organismo interamericano.
“La Asamblea puede retomar el tema venezolano y aprobar por mayoría simple, por 18 votos, esta resolución. Hoy reunieron 20 votos”, dijo a los periodistas el diputado opositor venezolano William Dávila tras el fracaso en aprobar el proyecto en la sesión especial del lunes.
Este martes, los jefes de delegación deben definir la agenda de discusión y no se descarta que promuevan una nueva votación en la Asamblea, donde las decisiones se toman por mayoría simple.