Comienzan con inspecciones preventivas en puntos clave ubicados en la zona federal entre México y Estados Unidos.
Un total de 11 agentes de la Guardia Nacional de escala básica, tres de tropa motorizada y un agente binomio canino llamado Tokio, especializado en la detección de armas y drogas, comenzaron a realizar inspecciones preventivas en puntos estratégicos establecidos en la zona federal entre México y Estados Unidos.
Lo anterior ocurrió en los tres cruces fronterizos ubicados en Mexicali, dos en la ciudad y uno en la zona Valle, en el poblado Los Algodones. Allí, los oficiales de la Guardia Nacional establecieron puntos de verificación en los carriles de cruce vehicular, donde, al detectar cualquier automóvil que genere sospechas, se solicita una revisión preventiva.
En esta acción, el oficial solicita a los pasajeros que desciendan de la unidad, y de inmediato comienza la revisión utilizando un espejo. Además, el binomio canino lleva a cabo una inspección de seguridad al ingresar al vehículo y utilizar su olfato para detectar la presencia de drogas, armas de fuego, objetos peligrosos o incluso personas que intenten cruzar ilegalmente.
La verificación no demora más de tres minutos, y al concluir, los automovilistas que desean cruzar la frontera entre Mexicali, Baja California, y Calexico, California, Estados Unidos, pasan casi de inmediato al filtro de revisión de documentos y vehículos, esta vez a cargo de las autoridades estadounidenses.
Estas tareas se suman a las que desde hace tres años realiza la Guardia Nacional a nivel nacional, cuando se puso en marcha la corporación. Al menos 88 agentes ya estaban trabajando en las salidas de los cruces fronterizos de Mexicali, donde, en el punto de la Aduana de ingreso de Estados Unidos a México, tomaron el control para verificar que no haya ingreso de armas, drogas o cualquier mercancía ilegal al territorio nacional.
Activistas pro-migrantes acusaron que la Comar y el Instituto Nacional de Migración (INM) están violando el debido proceso de la comunidad migrante, al ofrecer a 100 o 200 extranjeros un trabajo, pero dejándolos en un “limbo” jurídico.
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Luis García Villagrán, del Centro de Dignificación Humana, advirtió que se avecina una crisis, ya que Guatemala y El Salvador se han convertido en destinos seguros para los migrantes deportados desde Estados Unidos.
Añadió que el Estado mexicano enfrenta a los migrantes de manera inadecuada en Tapachula, actuando en complicidad con la delincuencia organizada, mientras recibe a personas de otros países.
Hasta ahora, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) no ha brindado certeza a los migrantes, lo que ha llevado al personal del Instituto Nacional de Migración (INM) a detener a aquellos que viven en las colonias populares de Tapachula sin oportunidad de regularizar su situación legal.
Cada día, autobuses salen de Tapachula, Chiapas, con destino a la frontera de Corintios, entre Guatemala y Honduras, para deportar a los migrantes que no han podido resolver su estatus migratorio ante la Comar.
Se acusa a la Comar de engañar a los migrantes al ofrecerles, por correo electrónico, un documento que nunca llega. Es urgente que organizaciones civiles defensoras de los derechos humanos intervengan para atender la situación de la movilidad humana.
Desde hace dos años, ningún migrante ha podido regularizar su estatus debido a la falta de interés de la Comar. Además, se alega que se intentan maquillar las cifras de empleo para los migrantes, ofreciendo trabajo solo a 100 o 200 personas.