El presidente Emmanuel Macron sufrió un primer revés en las urnas ayer en las elecciones para renovar la mitad de los escaños del Senado francés, en donde la oposición de derecha amplió su mayoría
El partido centrista de Emmanuel Macron sufrió el domingo su primer golpe electoral, cuando sus rivales conservadores dominaron la elección al Senado en medio de un creciente desencanto con el liderazgo del presidente francés.
Los resultados dañan la legitimidad de Macron ahora que empieza a promover cambios poco populares a las leyes laborales francesas y otras reformas que espera revitalicen a la moribunda economía francesa.
Macron todavía podría aprobar sus reformas económicas pese a los resultados de la elección, porque la cámara baja del Parlamento tiene la última palabra en medidas, por encima del Senado, y porque los legisladores del partido conservador Republicanos apoyan muchos de los planes pro-empresariales.
Resultados parciales del ministerio del Interior revelan que los republicanos se enfilan a mantener su mayoría en el Senado, por casi la mitad de los 348 escaños.
Proyecciones de televisoras francesas indican que los Republicanos tenían entre 146 y 156 asientos en el nuevo Senado, en comparación a los 142 que tenían previamente
Francois Patriat, de ¡República en Acción!, de Macron, dijo que esperaba ganar entre 20 y 30 asientos – muchos menos que los 50 que tenía como objetivo. Eso sería un gran golpe tras obtener la gran mayoría en los comicios de la Asamblea Nacional realizados en junio.
“No diría que es un éxito”, dijo Patriat a la televisora BFM sobre los resultados del domingo.
Es la primera vez que el partido de Macron participa en elecciones del Senado desde que él lo creó con el objetivo de sacudir a la política francesa y atraer a los votantes cansados del status quo. Ahora es probable que busque alianzas en el Senado con otros republicanos y socialistas de inclinación centrista y moderada.
Los senadores no son elegidos por la ciudadanía sino por el voto de los cerca de 75,000 funcionarios electos -alcaldes, legisladores, concejales regionales y municipales-.
El sistema electoral del Senado tiende a dar ventajas a políticos locales de partidos tradicionales y no a candidatos del partido de Macron, muchos de los cuales no cuentan con experiencia política. Además, muchos funcionarios locales están enojados por el plan de Marcron de recortar los presupuestos de las autoridades locales.
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