Por su parte, la politóloga señaló que se le acusa de ser “conservadora, fifí, neoliberal” y refirió que copiaron el discurso polarizador del Presidente contra ella
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, instó a que exista debate y respeto, luego de la agresión verbal que sufrió la escritora Denise Dresser durante la marcha del 2 de octubre.
“Debe continuar el debate y procurar que haya respeto, y también no maniqueísmo o hipocresía. Maniqueísmo pues es el ver las cosas en blanco o negro, buenos o malos, y también no a la hipocresía”, dijo el mandatario este lunes
“No sólo quejarnos cuando nos conviene o cuando nos cuestionan a nosotros y guardar silencio cuando no nos conviene opinar, quedarnos callados. Que no haya hipocresía, porque eso también es muy recurrente”, puntualizó durante la mañanera
López Obrador aseguró que sus adversarios también están molestos debido a que han perdido sus privilegios de periodos anteriores a su Gobierno, además de que aseguró que el nivel de debate llegó al pueblo.
“Están molestos los que recibían dinero del Gobierno, periodistas, dueños de medios de información, intelectuales orgánicos, incluso hasta científicos o pseudocientíficos, también miembros de organizaciones, organizaciones campesinas, obreras. Como todo eso terminó, están molestos”, refirió.
“Vamos a arrancar de raíz el régimen de corrupción, de privilegios, y eso es lo que está sucediendo; muchos pensaron que iba a ser más de lo mismo. (…) Además, como se sienten ofendidos porque ya no tienen los privilegios que tenían en el régimen anterior, pues hay molestia”, adujo.
“La calle no importaba, decían: ‘el pueblo no existe, la política es asunto de los políticos, nosotros somos los expertos, los que tenemos capacidad de analizar la realidad y el pueblo no está preparado para la democracia’. Ese era el pensamiento conservador, no, ya esto cambió”, agregó.
Un grupo de manifestantes increpó en la marcha del 2 de octubre a Dresser, quien incluso fue acusada de sacar “raja política” o de tener una “agenda golpista” al ayudar a desplegar una manta contra la militarización.
“¿Te vienes a burlar de nuestra lucha?”, ¿Vienes con una mantita?”, fueron algunos de los reclamos de los inconformes con la presencia de la politóloga.
Dresser reacciona
Luego de que este domingo un grupo de personas gritó “fuera, fuera” a Denise Dresser cuando asistió al Zócalo de la Ciudad de México para conmemorar la matanza del 2 de octubre de 1968, la politóloga respondió a quienes presumen haberla “corrido”.
A través de sus redes sociales, Dresser expresó que jamás pensó vivir en un país donde se corriera a alguien por manifestarse en el Zócalo, “espacio de todas y de todos”.
“Jamás pensé vivir en un país donde jóvenes me insultaran por manifestarme contra la militarización y contra la impunidad, como lo he hecho desde hace décadas, gobierno tras gobierno”, agregó la politóloga al recordar los hechos del 1968, El Halconazo, la Guerra Sucia y el Caso Ayotzinapa.
Señaló que quienes la corrieron “ponen en peligro el pluralismo que toda democracia debe respaldar y violan el espíritu que animó el movimiento estudiantil de 1968” y acusó que la visión que tienen de ella quienes la agredieron “no solo es injusta, es incorrecta y es profundamente antidemocrática”.
“Al correrme, ponen en jaque mis libertades y las de otros y otras. En su mapa mental no puedo tener voz ni derecho a disentir ni capacidad de participar cuando eso es lo que querían quienes tomaron Tlatelolco en 1968. Dicen que no soy pueblo auténtico, de a deveras o no merezco serlo, como a tantos más se me lincha por mi supuesta identidad, no por mis argumentos”, expresó.
“Y no me fui del Zócalo por cobarde, lo hice para evitar violencia a personas valientes que me acompañaron y me acuerparon (…) No interpreten mis lágrimas como señal de debilidad sino como muestra de mi dolor por mi país, porque México no le pertenece a López Obrador, ni al PRI, ni al PAN, ni al Ejército, ni a los oligarcas empresariales, ni a quienes se apropiaron del Zócalo, es el país de uno, de los ciudadanos, de ahora, siempre”, señaló.
Agregó Denise Dresser que se le acusa de ser “conservadora, fifí, neoliberal”, “una identidad falsa” y “manipulada”.
Defendió que lleva años marchando por diversas causas progresistas: “Llevo más años defendiendo causas progresistas que muchos de aquellos que mimetizaron, que copiaron el discurso polarizador del Presidente y construyen una identidad estereotipada que me coloca en el basurero de las élites conservadoras”.
“Quienes presumen de gritar ‘fuera Dresser’, les recuerdo: Yo también soy ciudadana con derecho a la libertad de expresión, yo también soy mexicana con el derecho de marchar, acompañando a colectivos de feministas, de antimilitaristas, de madres buscadoras de hijos desaparecidos, que por cierto, también son pueblo. México es muchos Méxicos; los de abajo, los de arriba, los de enmedio, los de tez blanca, los de tez morena”, agregó.
“Es necesario fortalecer al Estado, pero eso no implica entregárselo al Presidente o al Ejército como se está haciendo ahora, y el tema no soy yo, el tema es la profundización de la militarización bajo un gobierno que se dice de izquierda”, refirió al recordar que votó por el presidente Andrés Manuel López Obrador en 2006, 2012 y 2018.
“Y precisamente porque taché su nombre en la boleta, mi responsabilidad de señalar sus errores, y sus excesos, y sus pulsiones antidemocráticas es mayor”, añadió al denunciar una “militarización indeseable”, “clientelismo preocupante” y “concentración del poder”.
Denise Dresser refrendó su “derecho a estar, a ser, a participar”. “No permitiré que me corran, ni del Zócalo ni del país ni de la lucha democrática, más importante ahora que nunca. Aquí sigo, aquí seguiré, aquí seguiremos”, sentenció la politóloga.
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CAB