El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, criticó el cambio de la medida cautelar a Mario Marín y que la Guardia Nacional tenga que vigilarlo
López Obrador, criticó la liberación del exgobernador de Puebla Mario Marín, a quien el Poder Judicial concedió la medida cautelar de prisión domiciliaria para enfrentar desde su casa el proceso que se le sigue por el delito de tortura, cometido contra la periodista Lydia Cacho después de que la comunicadora hiciera públicos los nexos del priista con una red de prostitución infantil en el año 2005.
El mandatario federal reprobó que se le tenga que asignar custodia de la Guardia Nacional al procesado cuando en el país hay zonas en las que la inseguridad requiere de la presencia de los cuerpos de seguridad federales.
“Y todavía tenemos, ni modo, así es la ley y hay que cumplirlo, pero tiene que haber dos o tres patrullas de la Guardia Nacional en custodia; imagínense que la Guardia Nacional tiene que (estar ahí) tanta necesidad de estar cuidando la seguridad de la gente. Claro, él va a estar en su casa pero es la instrucción y, le tenemos que pagar – claro que eso es sí llega a la hacienda pública – las multas, porque multaron a los funcionarios y nos tuvimos que cooperar porque la instrucción era dejarlo en libertad desde el sábado”, relató el presidente.
Frente a la determinación de liberarlo en un sabadazo, López Obrador dijo que sólo se dieron tres horas para ejecutar el mandamiento a favor de Mario Marín la madrugada del 10 de agosto pasado; sólo que su gobierno ha establecido como procedimiento preventivo en estos casos, revisar si la persona en cuestión tiene otras acusaciones que impidan su libertad.
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Como la revisión lleva tiempo, es por eso que se acumulan multas y hay que pagarlas. De ahí, insistió López Obrador en la necesidad de reformar al Poder Judicial federal para que deje de estar al servicio de los potentados y de los intereses económicos.
El llamado Gober precioso abandonó el penal federal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, en el Estado de México, y a bordo de una camioneta tipo Van de la Guardia Nacional fue trasladado en un fuerte dispositivo de seguridad hasta su casa, localizada en el fraccionamiento de lujo San Ángel, de la colonia Xilotzingo, en la ciudad de Puebla.
Un juzgado federal en Quintana Roo favoreció hace un par de semanas la excarcelación del exgobernador poblado y le impuso un brazalete electrónico y vigilancia permanente para impedir que evada la justicia.
Días después de que se ordenó el cambio de medida cautelar en favor de Mario Marín, se dio a conocer que Raymundo Clemente Romero, exjefe de seguridad del exgobernador y quien presenció la tortura de Lydia Cacho, es actualmente escolta del diputado federal de Morena, Ignacio Mier.