El 24 de julio de 1898 nació Amelia Earhart, cuya trayectoria en la aviación marcó un hito
Hay mujeres que nacen para romper paradigmas y pasar a la historia por sus grandes hazañas, siguen sus pasiones, aunque ellas les cuesten la vida, así ocurrió con Amelia Earhart, quien nació en 24 de julio de 1898 en Atchison, Kansas.
Nació en una familia adinerada, pero toda la abundancia que tuvo de niña se convirtió en escasez por el alcoholismo de su padre.
Durante la Primera Guerra Mundial, Amelia viajó junto a su hermana Muriel a Canadá, como enfermeras voluntarias y atendíana los pilotos heridos en combate.
Aunque comenzó la carrera de medicina, sólo estuvo un semestre, pues el interés por la aviación fue mayor. En 1920 Amelia y su padre asistieron a una exhibición aerea en Long Beach. Ella se había empezado a interesar mucho por la aviación, y al día siguiente tuvo la oportunidad de volar por primera vez, en un paseo aéreo de 10 minutos sobre Los Angeles.
Sus clases de vuelo las tomó con una mujer, pionera de la aviación Anita “Neta” Snook en el campo Kinner, cerca de Long Beach.
Seis meses después Amelia compró su primer avión: un Kinner Airster amarillo de segunda mano, al que bautizó como “Canary”.
Para octubre de ese año, Amelia comenzó a participar en intentos para romper marcas y con el “Canary” estableció el récord de altitud para una mujer: 14.000 pies.
La primer mujer en volar sobre el Atlántico
Amelia siguió con una vida tradicional, consiguió un empleo como asistente social, pero nunca dejó del lado su pasión, también se unió a la división de Boston de la National Aeronautic Association.
La época en la que ella volaba, era aún de mujeres sumisas y de casa, por lo que llamaba fuertemente la atención en los periódicos. El Boston Globe la llamó “una de las mejores mujeres piloto de los Estados Unidos”.
Pero el hecho que marcó su vida fue una llamada telefónica que le hizo H. H. Railey, el 27 de abril de 1928, en la cual le preguntó: “¿Qué te parecería ser la primera mujer en volar a través del Atlántico?
El hombre que organizó ese viaje era George Palmer Putnam, el cual terminó siendo su esposo.
Cabe resaltar que en ese viaje ella fue una pasajera, no piloteó el avión, aún así, la prensa le dio el distintivo y toda la atención.
Durante los meses siguientes, Amelia realizó varios vuelos como el que la llevó de Los Ángeles (California) a Newark (Nueva Jersey). Aprovechando su popularidad, Amelia promovió asimismo el uso comercial de la aviación y defendió la incorporación de las mujeres a este nuevo campo profesional.
Fue hasta enero de 1935 que Amelia realizó en solitario el viaje a través del Pacífico, voló de Honolulú (Hawái) hasta Oakland (California). Recorriendo una distancia superior a la existente entre Estados Unidos y Europa, fue el primer piloto en completar con éxito este difícil trayecto sobre aguas del Pacífico, ya que los anteriores intentos habían acabado en fracaso.
Ese mismo año estableció el récord de velocidad al realizar un vuelo sin escalas, de algo más de catorce horas, entre Ciudad de México y Nueva York.
Último vuelo y desaparición
Enamorada de la aviación y la sensación que le producía pilotear un avión tomó una decisión: daría la vuelta al mundo, usando una nueva ruta.
Earhart tenía la intención, junto con su copiloto y navegante, el capitán estadounidense Frederick J. Noonan, de circunvolar el globo en un bimotor Lockheed Electra 10-E siguiendo la línea del ecuador.
El viaje empezó el 1 de junio de 1937, desde Miami (Florida) hasta San Juan de Puerto Rico, y desde allí volaron a Caripito, al este de Venezuela, siguiendo hacía África y el mar Rojo.
Emprendieron un vuelo inédito en la historia de la aviación: se dirigieron a Karachi, la capital de Pakistán, y el 17 de junio pusieron rumbo a Calcuta. Posteriormente su destinos fueron Rangún, Bangkok, Singapur y Bandung, en Java occidental.
El viaje sufrió retrasos por diversas cuestiones: mal tiempo, reparaciones que se le hicieron al avión y la salud de Amelia, pues contrajo disenteria que se complicó.
El 27 de junio partieron hacia Darwin (Australia) donde Amelia ordenó devolver los paracaídas porque, según pensaba, no serían necesarios en lo que restaba del viaje.
Cuando llevaban 35.405 kilómetros recorridos y faltando 11.265 kilómetros por recorrer, llegaron a Papúa Nueva Guinea.
El 2 de julio, Amelia y su copiloto levantaron de nuevo el vuelo en medio de un fuerte temporal. Cargaron 2.000 galones de combustible. La penúltima etapa debía llevarlos hasta la isla Howland, junto a Australia.
Sin embargo las cosas cambiaron y emitieron un comunicado:
“KHAQQ llamando al Itasca. Debemos estar encima de ustedes, pero no los vemos… El combustible se está agotando…”, fue lo último que se supo de ellos.
Polémica de la desaparición
Su desaparición ha sido motivo de muchas especulaciones, la versión oficial, es que el avión se quedó sin combustible, lo que provocó su caída en aguas del Pacífico.
Surgió una teoría de que realizaron un aterrizaje forzoso en las Islas Félix (Pacífico) y que ahí se vieron forzados a sobrevivir como náufragos, lo cual evidentemente no se puede comprobar.
En 2018 se dijo que mediante un estudio genético, se demostró que los restos ósea encontrados en 1940 en una isla Nikumaroro, del Pacífico, pertenecían a la famosa aviadora.
Robert Ballard, famoso explorador, que encontró los restos del Titanic, hará un documental en el que dice descifrará el misterio de la desaparición de Amelia y su copiloto.
En la cultura pop este hecho tuvo un gran impacto, en la serie televisiva Friends, el personaje de Ross, interpretado por David Schwimmer, menciona en diferentes capítulos a la aviadora y su desaparición.
En 2009, la vida de Amelia Earhart fue llevada a la gran pantalla, de la mano de la cineasta Mira Nair, que dirigió la película Amelia, con la actriz Hilary Swank interpretando a la famosa aviadora.
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