Los vendedores se ubicaron en la banqueta de la avenida Juárez y en el pasillo junto al estacionamiento de Bellas Artes.
Ayer, al menos 30 puestos ambulantes se instalaron en la Alameda Central, después de que el martes la zona permaneciera libre de comercio informal.
Durante un recorrido, se verificó que los vendedores informales se ubicaron en la banqueta de la avenida Juárez y en el pasillo antes del estacionamiento del Palacio de Bellas Artes.
Entre carritos de supermercado con alimentos, mantas con diversos productos sobre el suelo y estructuras móviles, se hallaron pancartas de colectivos y organizaciones indígenas.
También se pudo ver a trabajadores de la Secretaría de Gobierno. “Solo los estamos acomodando”, respondió uno de ellos cuando se le preguntó sobre la instrucción que le dio a una mujer que vendía peluches cerca del Hemiciclo a Benito Juárez.
El lunes se llevó a cabo un operativo en la zona para desalojar a los vendedores ambulantes, quienes denunciaron haber sido agredidos durante la acción, que fue liderada por funcionarios del área de Reordenamiento Territorial del gobierno local.
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Como resultado hubo tres personas remitidas al Juzgado Cívico, indicó la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Apenas el 21 de enero pasado, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, afirmó que la Alameda Central y el Palacio de Bellas Artes deben ser respetadas, por lo que continuarán las acciones para retirar a los comerciantes en vía pública en esa zona.
Los puestos ambulantes se habían adueñado de dichos sitios, por lo que el 7 de enero se implementó un dispositivo para quitarlos.
En esa ocasión se desplegaron alrededor de mil policías de diversas corporaciones para vigilar el área e impedir que el comercio informal regresara.
Sin embargo, con el paso de los días el número de agentes disminuyó y en al menos dos ocasiones los vendedores han intentado tomar de nuevo las inmediaciones.