Pedro Cáceres, un puertorriqueño que vive en Orlando, se ha convertido en un fenómeno viral tras la circulación de una foto de su casa asegurada con grandes correas amarillas.
Durante el paso del Huracán Milton. Cáceres decidió tomar esta medida poco convencional para resguardar su hogar de los vientos huracanados asociados a Milton, que llegó a alcanzar la categoría 5 antes de debilitarse a categoría 3 al tocar tierra en Florida.
Esta técnica, que algunos podrían considerar extrema, no era del todo nueva para él. Se inspiró en experiencias pasadas durante su vida en Puerto Rico, especialmente durante el Huracán Charlie en 2004, cuando utilizó un método similar para proteger su casa, lo cual fue exitoso.
“No quise arriesgarme a que mi hogar sufriera daños graves, como he visto en muchas ocasiones”, comentó Cáceres en una entrevista. La creatividad de Cáceres no es un caso único; otros residentes también han adoptado soluciones ingeniosas para salvaguardar sus pertenencias.
Esta misma semana, un joven en Miami envolvió su Corvette en bolsas de polietileno para intentar protegerlo de las inundaciones. La imagen del auto completamente cubierto también se volvió viral, generando tanto admiración como risas entre los internautas.
La imagen de la casa asegurada ha generado miles de comentarios en redes sociales, la mayoría elogiando la creatividad y determinación de Cáceres. Usuarios en plataformas como Twitter y TikTok lo han apodado “el MacGyver del Huracán”, reconociendo su ingenio y la valentía de intentar algo tan poco convencional.
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Sin embargo, otros usuarios han expresado escepticismo, cuestionando la efectividad de la técnica para resistir ráfagas de viento extremas. “No sé si esto funcione, pero hay que reconocerle la dedicación”, escribió un usuario en Twitter. Mientras tanto, los videos y publicaciones sobre su método han acumulado millones de visitas, convirtiéndolo en una leyenda local.
Desde el enfoque de la física, la estrategia de Cáceres presenta fundamentos interesantes. Las correas funcionaron como refuerzos, distribuyendo la fuerza del viento en varios puntos de tensión y anclando la estructura a la base.
Los ganchos se insertaron profundamente en el suelo, creando una resistencia considerable contra la fuerza de arrastre que el viento ejerce sobre el techo y las paredes de la casa. Esto es similar al concepto de anclar una tienda de campaña, pero a una escala mayor.
Sin embargo, la eficacia de esta medida depende de varios factores, como la resistencia de las paredes de la vivienda, el material del techo y la capacidad de los anclajes para soportar las fuerzas cíclicas del viento. En condiciones extremas, la estructura de la casa podría fallar antes que las correas, lo cual es una consideración importante en este tipo de situaciones.
Mientras tanto, la casa de Cáceres ha logrado resistir el impacto del Huracán Milton, lo que ha generado un mayor interés en su método y ha llevado a algunos expertos a discutir si técnicas similares podrían ser implementadas como medidas preventivas adicionales en áreas propensas a huracanes. La idea de “amarrar” una casa puede parecer extravagante, pero parece que, cuando la situación lo exige, pensar fuera de lo convencional puede marcar la diferencia.