Las fuerzas de seguridad alemanas estiman que unos 8,000 manifestantes violentos convergerán esta semana en la ciudad de Hamburgo, donde la canciller Angela Merkel recibirá a los líderes del Grupo de las 20 economías más desarrolladas (G-20), dijo el martes el ministro del Interior, Thomas de Maizière.
Unos 20,000 policías custodiarán la cumbre del G-20 que se realizará el 7 y 8 de julio en la segunda ciudad más grande de Alemania, donde se espera que manifestantes anticapitalistas realicen protestas.
A días de que comience la cumbre de las economías más desarrolladas, ya se han registrado manifestaciones en las calles pese a una llovizna intermitente y temperaturas no mayores a los 20 grados, para formar una “ola de protesta”.
La policía está preparada para evitar una escalada de violencia con más de 15 mil agentes e incluso con una cárcel montada expresamente para el G20. Asimismo ha erigido una zona de 38 kilómetros cuadrados en la que estará prohibido manifestarse durante los dos días que tendrá lugar la reunión de los mandatarios.
Por su parte, la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), los servicios de Inteligencia de Alemania, han alertado este martes del alto riesgo de que se produzcan nuevos atentados en el país, así como de otras amenazas para la seguridad nacional, entre las que destacan el ciberespionaje y el auge de la extrema derecha.
La BfV ha presentado su informe anual de 2016, donde identifica el radicalismo islámico como “el mayor desafío” al que se enfrenta la comunidad de Inteligencia. “Tenemos que asumir que debemos esperar más ataques de individuos o comandos terroristas”, ha dicho el jefe de la BfV, Hans Georg Maassen, en una rueda de prensa celebrada en Berlín, según informa DPA.
Alemania ha sufrido en el último año sus primeros atentados de carácter yihadista, en el contexto de la ola de ataques terroristas que ha recorrido Europa. El más grave en suelo alemán tuvo lugar el pasado 19 de diciembre, cuando el tunecino Anis Amri empotró un camión contra un mercadillo navideño, dejando 12 muertos y 56 heridos, para después darse a la fuga y ser abatido por la Policía italiana.