El Chapo Guzmán es una tienda virtual donde se puede encontrar, ropa, joyería, calzado, trajes de baño, cinturones, licores, entre otros artículos.
Alejandrina Gisselle Guzmán hija del traficante y de María Alejandrina Salazar, quienes contrajeron matrimonio en 1977, pronto tendrá en funcionamiento su tienda virtual en la cual venderá la marca El Chapo 701.
El Chapo Guzmán es la nueva tienda en línea que Alejandrina ha comenzado a promocionar activamente en Facebook, Instagram y Twitter. El portal pondrá a la venta camisas, calzado, trajes de baño, cinturones, joyería -todo lo anterior para ambos sexos-, licores y productos de marroquinería.
La página incluye una breve reseña de Guzmán Loera en la que se le describe como un “humilde vendedor de naranjas con muchas metas y ambición, un líder dispuesto, siempre presente para su gente con fuertes aspiraciones e ideales”.
La tienda aún se encuentra en construcción y se presume que Alejandrina continúa con los trámites de registro del nombre de su padre antes de poner a rodar su negocio. El logotipo de esta línea es un círculo en cuyo interior se encuentran unas decoradas letras “C” y “H” entrelazadas entre sí y rodeadas por el nombre de la marca “El Chapo 701”.
El número 701 se convirtió a partir de 2009 en un recurrente símbolo de los seguidores del capo de la droga, quienes utilizaron las etiquetas #701 o #imperio701 tras la inclusión de Guzmán en la lista de las mayores fortunas del mundo de una famosa revista.
Un medio estadounidense reveló que la hija del Chapo tiene una solicitud pendiente de enero de 2019 remitida a la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.
La marca Chapo Guzmán no solo es codiciada en México. Empresarios de Estados Unidos, Dinamarca, Filipinas y Francia, han intentado reclamar la propiedad del nombre y solamente cuatro lo han logrado. Sin embargo, Alejandrina dice ser la dueña de la marca registrada.
Abogados expertos en propiedad intelectual aseguran que obtener obtener el registro no es tarea fácil, pues Guzmán tiene antecedentes delictivos muy graves. También hay quien opina que usar el nombre de alguien con cargos y procesos penales como los que pesan sobre El Chapo, “atenta contra la moral y las buenas costumbres”.
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