Los operadores del transporte público detallaron que el nuevo reglamento de trabajo implica para ellos multas que consideran abusivas
Desde las primeras horas de este viernes, choferes del transporte público que prestan sus servicios a la empresa Urbanos y Suburbanos de Tlaxcala (USU) realizaron un paro de actividades como rechazo a la presunta precarización laboral que viven como trabajadores, y prácticas de lo que ellos denominan “presión laboral” por parte del Consejo Administrativo de la firma.
Concentrados afuera de la Central de Autobuses, denunciaron que, además de no contar con prestaciones laborales, y en el caso de que si las tengan, ellos las tienen que pagar, la empresa recientemente modificó el reglamento de operación para los choferes con el cual les impone multas por diferentes motivos en detrimento de su salario.
“Lo que ha pasado aquí en urbanos es que siempre nos han dado atole con el dedo, llegan los acuerdos, funcionan por dos, tres días y volvemos a lo mismo. Quesque nos iban a asegurar y no nos han dado nada, y dicen que son una empresa. El seguro nos cuesta a nosotros 50 pesos diarios”, explicó uno de los conductores.
Estas condiciones de trabajo ya las habían denunciado desde 2019, año en el que también realizaron un paro de labores en demanda de mejores condiciones de trabajo.
Esta vez, los denominados ‘trabajadores del volante’, suspendieron actividades en diferentes rutas que recorren y prestan servicio a usuarios de la zona conurbada de la capital de Tlaxcala.
Cerca de 300 choferes se unieron al paro y también exigieron la renuncia del presidente del Consejo de Administración porque, según ellos, con ese se resuelven las condiciones precarias en las que trabajan.
Al lugar de la protesta llegó Antonio Martínez, presidente del Consejo de Administración, quien expuso que una modificación al rol y reglamento de trabajo fue lo que originó el conflicto.
“Tenemos un reglamento, pero no les gusta, pues ni modo. Yo puedo renunciar, pero el presidente no lo van a poner ellos, lo ponen los socios de la empresa”, espetó, mientras los inconformes arengaban “que renuncie, que renuncie”, “fuera, fuera”.
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Los operadores del transporte público detallaron que el nuevo reglamento de trabajo implica para ellos multas que consideran abusivas y que, indirectamente, afectan el servicio para el usuario.
Por ejemplo, su el chofer de una ruta tiene que llegar a su base a las 06:30 horas, pero lo hace 06:36, le aplican una sanción económica; asimismo, si interrumpen su recorrido de ruta para acudir al médico y no lo justifican, también implica una multa.
Manuel Garza Flores, de la jefatura de Servicios, expuso que el abuso y exceso de multas a los choferes, es una de las principales quejas que los llevaron a declararse en un paro laboral.
Aclaró que es un conflicto interno entre los directivos de la empresa y los trabajadores en defensa de sus derechos laborales y justas condiciones de trabajo, pero que perjudica directamente a los usuarios del transporte público.
“Los compañeros están reunidos argumentando sus necesidades, no es un paro general, no es un paro para destruir, simplemente se hicieron escuchar para expresar todo lo que vivimos a diario”, comentó.
“Se ejecutó un nuevo rol de trabajo, y no lo vamos a negar, sí hay una multa o sanción, eso se hace para tener un control laboral, pero esto ya se salió de control y todos los compañeros estamos de acuerdo en que no puede existir porque si tenemos presión de reloj, si tenenos presión de ruta, si tenemos invasión de ruta, pues son muchas presiones que tenemos tanto laboral como de competencia”, agregó.
Garza Flores reiteró que están en contra de la imposición de multas como parte de su reglamento de trabajo, así que recurrieron a “un ratito de presión” para que la empresa cambie las normas de trabajo y sigan con las rutas.
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