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El análisis de ADN hallado en un chal recuperado de la escena de uno de los asesinatos indicó que el responsable de las atrocidades fue Aaron Kosminski
Uno de los enigmas más famosos de la historia podría haberse resuelto casi 140 años después de los crímenes, luego de que presuntamente fue revelada la verdadera identidad del cruel y despiadado asesino en serie del siglo XIX, Jack el Destripador.
Russell Edwards, historiador y autor británico, anunció que el análisis de ADN encontrado en un chal recuperado de la escena de uno de los brutales asesinatos ha revelado que el responsable de las atrocidades que aterraron al East End de Londres a fines del siglo XIX fue Aaron Kosminski, un inmigrante polaco de 23 años. Kosminski murió en una institución mental en 1919.
“Cuando comparamos el ADN de la sangre en el chal con el de una descendiente directa, fue el momento más asombroso de mi vida… Analizamos el semen que quedó en el chal, y cuando lo descubrimos, me quedé atónito al saber quién era realmente Jack el Destripador”, afirmó Edwards en una entrevista para el programa Today de Australia.
Jack el Destripador violó y mutiló brutalmente a cinco mujeres, en su mayoría trabajadoras sexuales, en el distrito de Whitechapel, un lugar lleno de marginación y pobreza entre 1888 y 1891.
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Aunque se cree que las víctimas fueron cinco, los historiadores sospechan que el número real de asesinatos podría haber sido mayor. Las víctimas fueron Mary Nichols, de 43 años, Annie Chapman, de 47, Elizabeth Stride, de 44, Catherine Eddowes, de 46 y Mary Jane Kelly, de 25, a tres de las cuales les extirparon los órganos internos.
Edwards se enteró de que el chal había sido encontrado en la escena del asesinato de Eddowes y decidió comprarlo en 2007.
“Fue un viaje de descubrimiento, con muchos giros y vueltas”, contó. “La aventura fue emocionante de principio a fin y tuve suerte de vivirla”.
Familiares de las víctimas han instado a Scotland Yard a revisar este caso sin resolver, que data de hace 137 años.
“Tenemos las pruebas, ahora necesitamos que esta investigación identifique legalmente al asesino… Significaría mucho para mí, para mi familia y para muchas personas que finalmente se resuelva este crimen”, expresó.
Edwards descubrió que Kosminski, quien se mudó a Inglaterra siendo niño, trabajó como barbero en Whitechapel. Comenzó a mostrar signos de enfermedad mental en 1885 y fue ingresado en varios manicomios. Antes de su muerte a los 53 años, Kosminski sufría de alucinaciones auditivas, tenía miedo de las personas, se negaba a comer y no se bañaba, según Edwards.
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Sin embargo, varios escépticos en línea han cuestionado los hallazgos de Edwards, citando acusaciones de que el historiador falsificó el hallazgo de la parte superior del cráneo de un niño en 2022, lo que provocó una nueva búsqueda policial del cuerpo de Keith Bennett.
Los asesinatos de Moors, cometidos entre 1963 y 1965 por la pareja Ian Brady y Myra Hindley en Manchester, Inglaterra, dejaron a Bennett como la última víctima cuyo cuerpo nunca fue encontrado.