Centenares de seguidores argentinos dieron la bienvenida al equipo nacional después de que dirigidos por Lionel Scaloni consiguieran el bicampeonato de la Copa América.
Cientos de personas recibieron a la Selección Argentina en las cercanías del predio de la Asociación del Fútbol Argentino, en las afueras de Buenos Aires, para celebrar el bicampeonato de la Copa América 2024 logrado el domingo frente a Colombia en Miami.
Los jugadores que regresaron al país saludaron a los aficionados desde un autobús cerrado, mientras estos se congregaban en las afueras del predio ubicado en Ezeiza, a 10 kilómetros del aeropuerto internacional. Sin embargo, la mayoría del equipo permaneció en Estados Unidos, incluido el capitán Lionel Messi.
Personas de todas las edades se acercaron para aclamar al equipo argentino, acompañados de tambores y platillos, tras su victoria por 1-0 sobre Colombia, con un gol en el tiempo extra marcado por el delantero Lautaro Martínez.
Ángel Di María fue el centro de atención en el festejo en Ezeiza, ya que anunció que el partido de ayer fue su último con la selección. Para alegría de los hinchas, Di María fue uno de los que regresó con el equipo a Argentina.
Te podría interesar: España se coronó: Campeón de la Eurocopa
En el lugar, la presencia comercial fue evidente con numerosos vendedores ofreciendo camisetas, gorros, banderas y calcomanías del equipo, así como otros productos que conmemoraban al fallecido Diego Maradona.
En la madrugada del lunes, miles de argentinos se congregaron alrededor del Obelisco de Buenos Aires para celebrar la consagración, siendo este lugar el epicentro de los festejos en el centro de la ciudad.
La celebración terminó abruptamente cuando, después de más de cuatro horas de festividades, la policía intervino con camiones hidrantes y efectivos de infantería para dispersar a las personas que aún permanecían reunidas, lo que provocó corridas.
Además, la final de la Copa América estuvo envuelta en controversia horas antes del partido, cuando se produjeron graves incidentes con seguidores que intentaban ingresar al Hard Rock Stadium sin entrada, lo que resultó en un retraso de 82 minutos en el inicio del encuentro.