Los aficionados del Vitoria de Guimaraes dirigieron insultos y ataques haciendo referencia a su color de piel
El futbolista franco-maliense del Oporto, Moussa Marega, de 28 años, fue víctima de gritos racistas y decidió abandonar el terreno de juego en el campo del Vitoria de Guimaraes en Portugal.
Después de haber anotado un gol que puso en ventaja a su equipo, Marega se cansó de escuchar gritos de mono y cánticos racistas en su contra, por lo que decidió abandonar el césped minutos más tarde.
Algunos jugadores del Oporto y del rival Vitoria de Guimaraes trataron de persuadirle para que continuara jugando el partido, pero Marega siguió adelante y, muy enfadado, se retiró a los vestuarios, acompañado de miembros del cuerpo técnico de su club.
En el momento de abandonar el césped y luego en el túnel, Marega dedicó gestos hacia la grada, levantando uno de sus dedos y también mostrando su dedo pulgar hacia abajo, en señal de desaprobación de la actitud de los aficionados que le gritaban.
“Querría simplemente decirle a esos idiotas, que vienen al estadio a lanzar gritos racistas, que se jodan. Agradezco también a los árbitros que no me hayan protegido y me hayan mostrado una tarjeta amarilla por defender mi color de piel”, escribió poco después Marega en su cuenta de Instagram.
Ni los directivos ni autoridades de la liga se han manifestado sobre lo ocurrido en el partido.
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