Los estudios en animales sobre el tipo de radiación de radiofrecuencia que emiten han sugerido un vínculo con el cáncer
Los famosos audífonos inalámbricos de Apple se encuentran en medio del ojo del huracán de la comunidad médica luego de que un grupo de al menos 250 científicos enviaran a la ONU y la OMS un reporte en el que denuncian que estos aparatos podrían provocar cáncer.
De acuerdo con los firmantes de la petición dirigida a los máximos organismos mundiales de la salud, este tipo de audífonos podrían estar emitiendo una radiación peligrosa directamente al cerebro, ya que se sitúan profundamente dentro del canal auditivo exponiendo estas partes frágiles del oído a peligrosas radiaciones, según advierten los expertos.
“Mi preocupación por los AirPods es que su colocación en el canal auditivo expone los tejidos de la cabeza a niveles relativamente altos de radiación de radiofrecuencia”, explicó en Medium el profesor de bioquímica en la Universidad de Colorado, Jerry Phillips.
La petición enviada a Naciones Unidas también advierte contra numerosos dispositivos que emiten radiación de radiofrecuencia -que se utiliza en WiFi, datos celulares y Bluetooth- cercana de la cabeza.
Tras el lanzamiento en 2015 de los AirPods, se inició dicho debate en torno a la seguridad de los dispositivos que emiten radiación, y el consenso entre algunos científicos era que el riesgo es bajo o no ha sido comprobado, pero di igual forma otros mostraban su preocupación.
La respuesta desde aquel entonces, y hasta ahora, de Apple es que sus productos están diseñados y probados “para cumplir o superar todos los requisitos de seguridad”, según respondió en esas fechas el vocero de Apple, Alex Kirschner.
Los estudios en animales sobre el tipo de radiación de radiofrecuencia que emiten han sugerido un vínculo con el cáncer. Pero la OMS ha dicho que los niveles emitidos están por muy debajo de lo que podría considerarse dañino. Otros grupos consideran que al ver los estudios combinados, la evidencia sugiere que no hay peligro alguno.
El jurado científico aún está deliberando sobre si estos dispositivos pueden o no causar cáncer.
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