Fingían ser un grupo de amigos adolescentes que caminaban por las calles de la céntrica colonia Doctores en la Ciudad de México, pero en realidad eran unas ratas que estaban al acecho de encontrar nuevas víctimas.
Hoy, nuestro compañero Carlos Jiménez nos trae la historia en El que la hace la paga, en la que un automovilista queda atrapado en medio del tráfico, sin mucho que poder hacer para escapar, mientras el trío de hampones lo despojaron de sus pertenencias, para irse caminando.
Así, mientras se alejaban, no contaban que los agentes policiacos de la zona habían recibido ya un reporte sobre los hechos y los buscaban. Esto, porque todo fue observado a través de las cámaras de seguridad.
El agente Daniel Alberto Gallegos, relata cómo fue que recibieron el reporte mientras patrullaban la zona, sobre los hechos, avocándose a la búsqueda y persecución de los delincuentes por las calles aledañas.
Mientras esto sucedía y sin imaginar que ya eran buscados, dos de los cacos salían tranquilamente de su escondite para recorrer algunas calles a bordo de una bicicleta, introduciéndose en un callejón.
En ese momento, los policías que los buscaban ya estaban tras ellos, dándoles alcance para detenerlos. Entonces descubrieron que los tres eran menores de edad de 15, 16 y 17 años, vecinos del mismo perímetro donde estaban robando.
Ante esta situación, la ley imposibilita mostrarles su rostro, por lo que las autoridades piden que si fueron víctimas de robos similares en la citada colonia acudan a denunciar porque el que la hace, la paga.