Un adolescente mató a su propia madre, después de una serie de conflictos por haber abandonado la escuela. Aunque trató de hacer pasar el crimen como una ausencia, al final fue descubierto por las autoridades
El terrible caso de un adolescente de 15 años que asesinó a su propia madre, queriendo encubrir el crimen como una desaparición por ausencia es la historia que esta semana nos presenta nuestro compañero Carlos Jiménez en “Tras la pista”.
Fue en un paraje solitario de la delegación Milpa Alta en la Ciudad de México, al que se accede por un camino que no presenta nada en particular, pero que fue la ruta recorrida por el adolescente, arrastrando el cadáver mamá, recién la asesinó, y a la que dejó en ese lugar en el que ahora hay un pequeño altar.
En la Fiscalía Central para menores en la Ciudad de México, el lugar en el que se investiga, se detiene y se consigna a todos los menores de edad que cometen algún tipo delito en la capital del país, en donde se inició la investigación por la muerte de una mujer, que en un principio desapareció durante dos días, y que según decía su hijo, simplemente “se había ido”.
“Estuvo integrado con todos los familiares, planeando la forma de buscar a la mamá a dónde iban a ir, él de hecho no dijo nada, estuvo dos días actuando completamente normal y acudió cuando llegó el papá. Él le comentó que no tenía idea de qué había pasado con su mamá”, recuerda la Fiscal Central de Investigación para la atención de Niños, Niñas y Adolescentes, Maribel Mayer Meabe.
Cuando las autoridades descubrieron el cuerpo de la mujer, la encontraron con golpes, signos de que intentaron calcinarla, y semienterrada cerca de su casa.
Los investigadores descubrieron que su hijo, era el principal sospechoso, dedicándose a trabajar en el caso. Y así supieron los conflictos que el menor tenía con ella, porque abandonó la escuela.
“Deja el 2º semestre de la carrera, pero él abandona y como está en esa etapa de rebeldía la abandona y no se dedica a hacer nada, este es el motivo que conflictúa a la mamá como al menor”, relata Jorge Alberto Verdasco Marín, comandante para Atención a Menores.
Hoy se sabe que en la última ocasión que la occisa tuvo con su esposo, refirió “que el muchacho estaba muy agresivo con ella y que la estaba insultando mucho”, indica Mayer Meabe.
Así siguieron buscando pistas. Analizaron el lugar, revisaron peritajes, entrevistaron testigos y recabaron todos los indicios posibles. Con todo lo que obtuvieron lograron reconstruir paso a paso lo que sucedió aquella madrugada dentro de esa casa y cómo fue que se registró el matricidio.
La investigación concluyó que la muerte fue por asfixia por estrangulamiento, empleando algún cordón o lazo, para posteriormente sacarla arrastrando del domicilio que habitaban y la deja en un baldío ubicado a unos 200 metros de distancia.
“Después de la discusión la estrangula después de ver que ya no reacciona la arrastra afuera de su casa a 200 metros la coloca en una barranca, le pone un acobija para tratar de prenderle fuego”, recapitula Jorge Alberto Verdasco Marín, comandante para Atención a Menores.
Con toda esta información, los agentes finalmente detuvieron al adolescente homicida, quedando a la espera de ser sentenciado.
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