La nueva unidad no afectará en la vida cotidiana, pero si generaran un gran cambio en las investigaciones científicas que requieren un elevado nivel de precisión en sus cálculos
A partir del día de hoy, con el fin de brindar una mejor precisión a la investigación científica, el kilo será medido a través de manera cuántica y no por una pesa creada en el siglo XIX.
El kilo es una de las cuatro unidades de medición básica, junto con el amperio, el kelvin y el mol, redefinidas por la Conferencia General sobre Pesos y Meidas (CGPM).
La comunidad científica mundial aprobó el viernes 16 de noviembre la mayor revisión del Sistema Internacional de Unidades (SI) desde su instauración en 1960, con la redefinición de cuatro de sus siete unidades y el abandono del patrón físico del kilogramo.
A partir de este 20 de mayo, en el Día Mundial de la Metrología, el peso será sustituido por una fórmula matemática, la cual será medido con la balanza de Watt, un instrumento que permite comparar la energía mecánica con la electromagnética, recurriendo a dos experimentos separados.
Esta acción es un cambio sumamente positivo respecto al presente. En el caso del kilogramo todos los países debían basar sus mediciones en el único artefacto patrón guardado en Francia, algo que generaba problemas logísticos, pero también generaba dudas respecto a la confiabilidad de las mediciones.
Esta redefinición no afectará en lo absoluto en la vida cotidiana. En el almacén, el kilo pesará lo mismo. En cambio, influye un gran cambio en las investigaciones científicas que requieren un elevado nivel de precisión en sus cálculos.
Esta forma de medir el peso exacto no es susceptible al paso del tiempo, y tampoco tiende a dañarse o perderse, es por eso que a la nueva unidad de medición se le considera sumamente precisa.
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