“Hice una promesa para asegurarles un entierro digno y respetable”, dijo. Así, realizó una misa oficiada por un sacerdote católico
La semana pasada se encontraron cinco fetos en la casa de una mujer llamada Lauren Handy, quien aseguró que estos se encontraban en una etapa gestacional avanzada, dados los patrones de heridas que registraban.
Simultáneamente, también tenía otros 110 fetos que, según su propia versión, habría encontrado a las afueras de una clínica en Washington, el pasado 25 de marzo, luego de que confrontara a un conductor de transporte perteneciente a la empresa “Curtis Bay Medical Waste Services”, que presuntamente transportaba en su unidad los embrionesf.
De acuerdo con información del medio “WUSA9″, la mujer fue en compañía de una amiga suya que se identificó como Terrisa Bukovinac, quien relató cómo convenció al conductor para que le entregara el paquete de fetos.
Los cinco fetos, en la casa de la activista antiaborto Lauren Handy estaban entre 115 que el grupo Progressive Anti-Abortion Uprising recuperó de una empresa de transporte de desechos médicos fuera de una clínica de Washington.
En una conferencia de prensa, Handy declaró: “Hice una promesa. Un funeral y un entierro. Ese fue mi deseo desde el principio, desde el 25 de marzo y durante todo el proceso para asegurar que la dignidad de esos niños sea levantada y respetada”.
La activista antiaborto dijo que los cinco fetos que fueron halladosn su residencia la semana pasada estaban en una etapa gestacional avanzada y que los patrones de sus heridas sugerían “varios crímenes federales”.
El medio WUSA9 habló con las activistas Terrisa Bukovinac y Lauren Handy. Bukonivac mencionó que fueron a la Washington Surgi-Clinic, el 25 de marzo, cuando se percataron que había un camión de Curtis Bay Medical Waste Services afuera.
De acuerdo con el medio, las activistas confrontaron al conductor: “le dijeron que los paquetes que transportaba podrían contener restos fetales”.
Bukovinac recordó: “Le dije, ¿te meterías en problemas si tomamos una de estas cajas? (…) Y él respondió: ‘Bueno, ¿qué harías con ellos si tomaras uno? Y Lauren dijo: ‘Les daríamos un entierro y un funeral apropiados’. Y lo pensó por un segundo y respondió: ‘Está bien’”.
Según las activistas, al llegar a la casa de Handy vieron que en la caja había varios recipientes. Afirmaron que los contenedores tenían 115 fetos abortados.
WUSA9 reportó que la empresa Curtis Bay Medical Waste Services respondió en un comunicado que “en ningún momento el empleado de Curtis Bay entregó ninguno de estos paquetes a la PAAU ni a ningún otro tercero, y cualquier acusación que se haga indicando lo contrario es falsa”.
“El 25 de marzo, un empleado de Curtis Bay se hizo cargo de tres paquetes del Centro de Cirugía de Washington (Washington Surgi Clinic) y los entregó a las instalaciones de incineración de Curtis Bay”, indicó la empresa.
Bukovinac, según el medio, mencionó que el grupo tiene fotos del camión, pero señaló que no tomó un video del conductor o de ellos con el paquete.
Handy y Bukovinac declararon al medio que buscaron durante tres días a un patólogo privado para examinar los fetos, pero no tuvieron éxito.
Detallaron que decidieron enterrar 110 de los fetos en una ceremonia privada supervisada por un sacerdote católico y entregar cinco de los fetos que creían que tenían una edad gestacional tardía a las fuerzas del orden.
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El grupo había dicho que se celebró una “misa fúnebre” y una “ceremonia de nombramiento” de los fetos.
Bukovinac reveló que ella y Handy llamaron a la policía para recoger los fetos la semana pasada. Si bien Bukovinac y Handy pidieron una autopsia completa de los fetos, la oficina del médico forense de DC dijo que los cinco recuperados de la casa de Handy parecen haber sido abortados de acuerdo con la ley de DC.
Bukovinac negó a WUSA9 que el grupo haya hecho algo ilegal para obtener los fetos. “El denunciante que trabajaba para la compañía de desechos médicos nos dio esta caja”, dijo.
WUSA9 revisó una copia de la guía del cliente de gestión de residuos especiales de Curtis Bay, que enumera los restos fetales como una categoría de “residuos inaceptables” para sus instalaciones de Baltimore. La guía señala que los restos fetales deben “separarse del flujo de desechos médicos y enterrarse o incinerarse”, de acuerdo con las leyes aplicables.
Si bien en la capital de Estados Unidos el aborto es legal, la Ley de Aborto Parcial prohíbe una técnica específica de aborto tardío que implica el parto parcial del bebé, y la Ley de Protección de los Niños Nacidos Vivos da protección legal a los niños nacidos vivos durante los abortos.
El medio recordó que “Handy y otros ocho enfrentan cargos federales por invadir Washington Surgi-Clinic hace dos años. Planned Parenthood of Greater Washington también acusó al grupo de acosar a los pacientes en su clínica y los registros del Tribunal Superior de DC muestran que Handy y los activistas antiaborto asociados han sido arrestados en múltiples ocasiones, aunque la mayoría de esos casos resultaron en una multa de $50”.
En la conferencia de este martes además de atacar la complacencia de otros defensores contra el aborto, el grupo también afirmó, sin pruebas, que la policía de DC está involucrada en un “encubrimiento” en nombre de Washington Surgi-Clinic.
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CAB