El Nobel representa un importante reconocimiento a la labor que la organización internacional ha realizado desde su formación, hace más de una década, para abolir las armas nucleares.
El académico de la UNAM, Jans Fromow Guerra, colabora en la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés), organismo galardonado con el Premio Nobel de la Paz 2017.
“Este galardón a veces es muy criticado, pues tiene que ver con posturas políticas y porque además de darse a instituciones, como en esta ocasión, se ha otorgado en algunas ocasiones a personas con claroscuros. Pero en este caso es acertado pues no hay ninguna justificación científica, ética o moral para la existencia de las armas nucleares”, precisó el especialista de la Facultad de Medicina.
El Nobel representa un importante reconocimiento a la labor que la organización internacional ha realizado desde su formación, hace más de una década, para abolir las armas nucleares. La ICAN nació en el seno de la organización Médicos Internacionales para la Prevención de la Guerra Nuclear (IPPNW), ONG que también ganó el Premio Nobel de la Paz en 1985.
“Es un premio que le toca a la humanidad. Muchos de los que somos miembros activos en México somos egresados de la UNAM y por eso debemos sentirnos honrados y orgullosos, pero también es un compromiso para la educación, para la cultura de la paz y la resolución no violenta de los conflictos”, resaltó Jans Fromow Guerra.
La Campaña fue creada con la intención de conjuntar los esfuerzos internacionales de la sociedad civil para abolir las armas nucleares y, finalmente, este año se logró que varias naciones firmen un acuerdo para su prohibición.
Desde hace tiempo, las armas químicas, biológicas y minas terrestres están prohibidas por el derecho internacional, con tratados reconocidos. Pero las nucleares, consideradas las más destructivas en el planeta, no tenían este marco, explicó el universitario.
A diferencia de la Guerra Fría, cuando sólo había dos naciones con este tipo de armamento (Rusia y Estados Unidos), en la actualidad son varios los países que lo poseen, y los conflictos entre Corea del Norte y EU han reavivado la amenaza de usarlo, situación que implica consecuencias no sólo locales, sino mundiales.
El galardón “es un mensaje de que ninguna persona, país o sistema puede tener una herramienta que sea capaz de terminar con la vida en el planeta, al menos de la forma en que la conocemos”, enfatizó el especialista en Oftalmología.
Contenido relacionado
Nobel de la Paz a la Campaña Internacional para abolir las Armas Nucleares