Miles de estudiantes dejaron hoy los salones de clase en EEUU para protestar contra la violencia con armas en las escuelas, exactamente un mes después de la matanza de 17 personas en un colegio de Parkland, Florida
Los estudiantes salieron de sus clases en todo Estados Unidos el miércoles, mostrando carteles y coreando sus demandas por leyes de tenencia de armas más estrictas, uniéndose a un movimiento encabezado por sobrevivientes de la matanza del mes pasado en un colegio de Parkland, Florida.
La Protesta Nacional Escolar #SUFICIENTE comenzó con salidas de 17 minutos previstas a las 10:00 de la mañana, de cada zona horaria del territorio estadounidense, en recuerdo de las 17 personas abatidas a tiros el 14 de febrero en la Escuela Secundaria Marjory Stoneman de Parkland, Florida. La matanza fue la última de una serie que ha afectado a los colegios estadounidenses por casi dos décadas.
Algunos estudiantes adelantaron su protesta. En la Escuela Secundaria Fiorello H. LaGuardia de Nueva York, multitudes de alumnos salieron a las calles de Manhattan, muchos vestidos de naranja, el color del movimiento por el control de armas.
“Los pensamientos y oraciones no son suficientes”, decía un cartel, criticando la respuesta automática que hacen muchos legisladores cuando hay tiroteos masivos. A las 10:00 horas, los cientos de estudiantes se sentaron en una acera, ocupando la mitad de una cuadra, y guardaron silencio.
En Parkland, miles de estudiantes entraron lentamente al campo de fútbol de la escuela Stoneman Douglas entre el aplauso de los presentes, mientras las fuerzas del orden miraban. Los helicópteros de los noticieros sobrevolaban el lugar.
Ty Thompson, el director del colegio, pidió “el mayor abrazo grupal”, algo a lo que los estudiantes accedieron alineados en el centro del campo.
La protesta forma parte de un creciente movimiento de base surgido tras el ataque de Parkland. Algunos sobrevivientes están presionando a los legisladores estatales y federales, y se reunieron incluso con el presidente, Donald Trump, para pedir nuevas restricciones al porte de armas, un derecho protegido por la Segunda Enmienda de la Constitución.
“Ya no nos sentimos seguros en las escuelas”, dijo Sarah Chatfield, una estudiante de 15 años de Maryland que se unió a una multitud de cientos de personas que protestó al exterior de la Casa Blanca. “Trump habla de armar a los profesores con pistolas. No es un paso en la dirección correcta”, señaló.
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