Ni las investigaciones de la Fiscalía, ni la recompensa de 300 mil pesos por la localización de Dylan han brindado resultados, y el único sospechoso está muerto
Diariamente Juanita Pérez, madre de DylanEsaú, el niño desaparecido desde el pasado 30 de junio en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, no ha dejado de asistir junto con su familia, al Palacio de Justicia de los altos de Chiapas en espera de noticias sobre el paradero de su hijo.
Sin embargo, a un mes de su desaparición aún no hay avances en el caso de este pequeño indígena tzotzil que fue sustraído en el Mercado Popular del Sur (Merposur), por una mujer identificada como Ofelia “N”, la principal sospechosa del caso, de acuerdo con la Fiscalía General del Estado (FGE).
Hasta el momento lo único que se sabe es que la sospechosa utilizó a dos menores de edad para sustraer al pequeño Dylan.
Sobre la mujer, Juanita ha dicho que no la reconoce y que es vendedora de la zona como señala.
“No, no la reconozco, me dicen que este posiblemente vende ámbar, yo conozco a los locatarios que están allá dentro que tienen puesto pero así personas que vienen a vender ahí, no, no doy con esa persona”.
Ni las investigaciones de la dependencia, ni la recompensa de 300 mil pesos que ofrecen por el paradero del niño o los operativos de búsqueda han dado resultados.
El pasado 15 de julio como parte de la investigación para dar con el paradero de Dylan, las autoridades detuvieron a Adolfo Gómez Gómez quien era considerado como el segundo sospechoso de la desaparición del menor al ser familiar de una de tres mujeres que fueron detenidas cuando se desmanteló una red de trata de menores.
En aquella operación se logró el rescate de 23 menores que eran sometidos a trabajo forzado, medicidad y maltrato físico y psicológico.
Sin embargo, el indígena tzotzil de 57 años apareció muerto dentro del Centro de Reinserción Social 5 de San Cristóbal de la Casas, donde fue recluido por su presunta responsabilidad, según informó la Fiscalía.
Jesús Ernesto Molina Ramos, fiscal de Derechos Humanos de la Fiscalía General de Chiapas, dio a conocer que los peritajes indicaron que la muerte de Adolfo Gómez Gómez se debió a “asfixia por ahorcamiento” y que continúan las investigaciones para deslindar responsabilidades.
Por su parte, sus familiares indicaron que fue torturado en la cárcel para que ‘confesara’ lo sucedido con Dylan, de quien aseguran no tenía conocimiento.
Además, denunciaron haber sido víctimas de extorsión, pues dentro del penal se le exigió a Adolfo un pago de 50 mil pesos.
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NCV